El talento de reconocer a los talentosos

«Existe algo mucho más escaso, fino y raro que el talento. Es el talento de reconocer a los talentosos». Elbert Hubbard (1856-1915) ensayista estadounidense. En este sentido, creo firmemente que las compañías tenemos que apostar por el talento y el liderazgo personal. Para llegar a ser una empresa líder, debemos dejar que cada uno de nuestros empleados sea líder en aquello que hacen, otorgándoles responsabilidades que desafíen y motiven su trayectoria profesional. Las personas son el recurso más valioso que tenemos. Por ello, las compañías tenemos la obligación de seguir trabajando en la atracción, gestión, desarrollo y retención del talento. Se trata de la inversión más importante que podemos hacer, centrada en el activo clave de la empresa. La gestión del talento debe ser parte de la dinámica de la compañía y nuestros trabajadores deben sentirse involucrados en toda la estrategia de negocio y en la cultura de la firma. Este proceso es esencial para que nuestros colaboradores realicen su trabajo transmitiendo los valores de la compañía y buscando el máximo beneficio para la misma. Sólo así lograremos cumplir los objetivos empresariales sin desviarnos nunca de nuestros principios y valores y lo más importante, sólo así aprovecharemos al máximo nuestros talentos y haremos que los empleados se sientan una parte imprescindible del negocio. De este modo, la evolución y competitividad de una empresa dependen de la participación activa del talento. Los empleados deben sentir su trabajo como un logro continuo y un aprendizaje participativo. Es importante reseñar que en el talento no caben barreras, no hay límites. El talento debe ser diverso y estar compuesto por perfiles profesionales diferentes, porque esta es la única manera de conseguir un equipo de trabajo que incorpore la riqueza de poder contar con diferentes ángulos de visión y diversas perspectivas. Tengo la firme convicción de que la diferencia suma y que la combinación de personas únicas es una poderosa herramienta de excelencia que aporta el valor esencial a las empresas. Precisamente, trabajar con igualdad de oportunidades por bandera deja latente uno de los cuatro valores de MetLife: «Tener éxito juntos». En definitiva, estoy convencido de que la gestión del talento en una compañía consciente del valor de las personas, es el elemento clave que diferencia a una empresa mediocre y a la empresa líder de hoy, cuyo centro de gravedad gira en torno a personas motivadas, implicadas en sus tareas y plenamente comprometidas con la firma para la que trabajan.