Informe
La empresa, vehículo de inclusión frente a la pobreza y la vulnerabilidad
El VI informe anual del Observatorio Empresarial para el Crecimiento Inclusivo detecta que el 66% de la población mundial no cuenta con productos y servicios que respondan a sus necesidades
El Observatorio Empresarial para el Crecimiento Inclusivo, en la VI edición de su informe anual presentado en el Caixaforum de Madrid, ha llegado a una clara conclusión: el 66% de la población mundial no cuenta con productos y servicios que respondan a sus necesidades.
Según datos de la FOESSA, vinculada a Cáritas, la desigualdad y laexclusión sigue una tendencia ascendente en España, sobre todo tras las tres grandes crisis económicas que ha vivido nuestro país en los últimos años: la de 2008, la sociosanitaria provocada por la COVID-19 y la de 2022, marcada, tras la invasión rusa de Ucrania, por el desabastecimiento de materias primas y suministros, repercutiendo directamente en el precio de todos los productos, incluyendo los más básicos.
En este marco tan complejo, Marc Simón, subdirector general de la Fundación “la Caixa”, ha señalado en rueda de prensa que "si queremos una sociedad mejor e igualitaria, es necesario apostar por una colaboración público-privada". Por ello, son cada vez más las empresas que centran sus esfuerzos en desarrollar negocios inclusivos, entendiendo estos como una forma de satisfacer necesidades globales de manera sostenible. Estos están centrados en la base de la pirámide, es decir, en los más de 4.000 millones de personas que viven principalmente en países en desarrollo y tienen una renta per cápita anual por debajo de los 1.500 dólares.
La vulnerabilidad en España
Este sucesión de crisis ha provocado que la desigualdad se incruste en el segmento de menos ingresos de la sociedad. En 2021, según los datos relativos a la tasa AROPE, en España señalaban que el 27,8% de la población estaba en riesgo de pobreza o de exclusión social, es decir, más de 13 millones de españoles. Y de estos, casi 4 millones están en situación de carencia material severa, teniendo al 13% de los hogares españoles en una situación de inseguridad alimentaria y sin puder acceder a los servicios básicos.
Las principales causas de pobreza actual en nuestro país son: empleo precario y desempleo crónico, altos precios de la vivienda, los precios de los productos básicos y la pobreza energética. A estas, se suman otras relevantes vinculadas a factores poblacionales, sanitarios financieros, tecnológicos, de edad o físicos. Por ejemplo, en España el 44% de los parados totales son mujeres, cuando la media en Europa se encuentra en el 39%.
Por otro lado, una investigación elaborada por el Ayuntamiento de Madrid en colaboración con la Universidad Carlos III señala las diferencias económicas están directamente relacionadas con la esperanza de vida. Así pues, existe una diferencia de 10 años en la longevidad entre los residentes del distrito de San Blas, de 78,4 años, a los 88,7 del distrito Fuencarral-El Pardo.
Según Mónica Gil-Casares, Directora de Investigación, Innovación Social y Consultoría de Codespa "estas son solo algunas causas que permiten entender la complejidad de la situación de vulnerabilidad y por qué la pobreza resulta, en numerosas ocasiones, un destino heredado". Por ello, "desde el observatorio promovemos la investigación, la formación y el desarrollo de proyectos en los que las empresas contribuyen a resolver los retos sociales desde su propio negocio, más allá de su filantropía y acción social".
El papel de las empresas
El conocimiento y concienciación es el primer paso para empezar a diseñar productos y servicios que tengan en cuenta a todas las personas, que por una razón o por otra han sido descartadas por el sistema. En el informe, Codespa y todas las empresas que han formado parte del mismo han definido los tres pilares fundamentales "para considerar que un producto o servicio sea inclusivo: deben satisfacer las necesidades de uno o varios colectivos vulnerables, tener un impacto significativo en la reducción de la vulnerabilidad y contribuir al negocio y los beneficios de la empresa, siendo financieramente sostenibles”, han expuesto en la presentación.
Además, según Gil-Casares, “con el fin de que los productos y servicios sean inclusivos, se puede emplear el “paraguas de las 5 Aes”. “Por un lado, -señala- deben ser adecuados, es decir, que respondan a una necesidad; accesibles en el mercado; asequibles; y estar adaptados a la población a la que se dirigen y a su ambiente, sin generar impactos negativos”.
En la presentación estaban presentes Pilar Hermida, Chief Communications & Sustainability Officer del Grupo Día; e Ignacio López, director de comunicación corporativa de Divina Seguros. La primera ha explicado a los asistentes todo lo que su grupo está haciendo para reducir la brecha existente en la sociedad. “Estamos trabajando en impulsar un cambio de hábitos en la alimentación a través de acciones de divulgación y generación de conocimiento dentro de nuestro programa Comer mejor cada día, a través de campañas en nuestras tiendas para así llegar al máximo rango de población posible”. A esto ha añadido la necesidad de la accesibilidad de alimentos, la cual “debe ser socio-demográfica y también geográfica para lograr asentar unos hábitos saludables”, destacando que gracias al trabajo que están realizando desde hace años "cerca del 60% de la población española ya tiene una tienda Dia a menos de 15 minutos a pie".
Por su parte, Divina seguros es considerada una de las empresas ejemplares a la hora de crear productos inclusivos y responder a las necesidades de la sociedad. Ignacio López ha querido afirmar que "siempre hemos diseñado productos para dar cobertura a necesidades muy concretas, sin tratar de ir más allá con servicios adicionales que realmente no interesan al tipo de cliente que lo contrata, porque seguramente nunca lleguen a utilizarlo y lo único que hacen es encarecer el precio”, a lo que añade que “en Divina Seguros, actualmente, mantenemos el componente social de nuestros inicios, lo que, unido a una gestión prudente y a una política de precios reducidos, nos permite desarrollar una cartera de productos y servicios para atender tanto a personas con rentas altas como rentas más bajas”. Y es que retomando la historia de su compañía, ha querido destacar como han trabajado siempre con el fin de reducir la brecha social, “dando trabajo a muchísimas mujeres en los años 70 y 80. De hecho, hoy en día el 70% de nuestros empleados son mujeres” ha reconocido orgulloso López.
En definitiva, en España, los negocios inclusivos están experimentando un crecimiento significativo, impulsados por un entorno favorable que, aunque aún incipiente, busca crear un ecosistema para el emprendimiento social y la economía inclusiva. Al mismo tiempo, está surgiendo una creciente conciencia y demanda colectiva sobre la necesidad de implicación y compromiso de las empresas españolas, que deben contar con propuestas de valor atractivas capaces de poner freno a la cronificación de la pobreza y, en definitiva, a la vulnerabilidad.
El informe señala que, al invertir en negocios inclusivos, las compañías pueden generar beneficios tanto para la sociedad como para sí mismas. Entre estos últimos se encuentran la ventaja competitiva y sostenibilidad económica a largo plazo, la oportunidad de negocio y el acceso a mercados todavía desconocidos o inaccesibles y la capacidad de llegar a las personas de forma más eficiente a través de la tecnología. Y cooncluye que los negocios inclusivos pueden tener un papel importante en la estrategia de gestión de riesgos de la empresa, ayudan a captar y retener el talento, fomentan la innovación y permiten el acceso a nuevas fuentes de financiación dirigidas a promover la sostenibilidad.
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