Empresas
Empresas que ya no tienen fronteras
Las compañías exportadoras, gracias a la diversificación, soportan mejor las crisis, crecen más, se endeudan menos y son más rentables.
Raúl Salgado
Las empresas españolas exportan más que nunca. Han derribado fronteras y se han lanzado a la conquista de medio mundo. De hecho, las exportaciones de mercancías en el periodo enero-febrero –últimos datos publicados– crecieron un 12,6% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta alcanzar los 43.516 millones de euros. Se trata de un nuevo máximo histórico. Y es que las ventas al exterior no dejan de batir récords.
Si bien es cierto que las compañías de nuestro país, durante la crisis, se vieron obligadas a salir al exterior para mantener su actividad y compensar la debilidad de la demanda interna, también lo es que por fin han tomado conciencia de que la internacionalización debe ser un elemento permanente de su estrategia corporativa.
Hasta hace unos pocos años, las exportaciones retrocedían una vez que la demanda interna se recuperaba. Pero ahora no. Las exportaciones siguen aumentando con el PIB al alza, «algo muy beneficioso para el equilibrio de la economía española». Balbino Prieto, presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles, destaca que en 2016, en un contexto de deterioro del comercio internacional, las exportaciones españolas de mercancías aumentaron un 1,7% y las exportaciones de servicios, un 7,6%. 2España tiene una cuota de mercado del 1,8% en el comercio mundial de mercancías y del 2,7% en servicios. Somos uno de los pocos países desarrollados que, desde comienzos de siglo, ha mantenido su cuota de mercado en el mundo a pesar del auge de las economías emergentes», apostilla.
La internacionalización es un factor fundamental para el desarrollo de las empresas, porque España es un mercado maduro, con un potencial de crecimiento interno limitado. Así, las oportunidades de desarrollo de la economía española –y, por ende, de sus empresas– están cada vez más ligadas a los mercados internacionales.
La internacionalización reporta beneficios en términos de mayores y más diversificadas fuentes de ingresos y, por tanto, de blindaje ante episodios de crisis, de modo que, tal y como muestran diversos estudios, «las empresas exportadoras tienen unas mejores condiciones de acceso al crédito, con menores tipos y comisiones, y una menor morosidad. Asimismo, arrojan una mayor probabilidad de aumentar sus ventas». Francisco Javier Garzón, consejero delegado de Icex España Exportación e Inversiones, asegura que las empresas que abordan mercados exteriores analizan la competencia existente en otros mercados, se ven obligadas a disciplinarse, a reflexionar acerca de sus ventajas competitivas y, a partir de aquí, a impulsar su productividad, su creatividad y la calidad de sus productos. «Una economía internacionalizada es, además, una economía competitiva y generadora de un empleo de mayor calidad. Por tanto, internacionalización y competitividad son dos caras de una misma moneda», añade Garzón, quien sostiene que el salto de competitividad de las empresas sigue actuando en el actual contexto de expansión de la demanda interna. «El constante crecimiento de la exportación de nuestras empresas se debe a que sus productos son competitivos internacionalmente», agrega.
Las empresas exportadoras, gracias a la diversificación de mercados, soportan mejor las crisis económicas, crecen más, se endeudan menos y son más rentables que aquéllas que centran su actividad únicamente en el mercado interno. «El principal argumento en favor de la internacionalización es la necesidad de sobrevivir en un mundo globalizado. Si una empresa se limita a atender únicamente la demanda interna está condenada a perder cuota de mercado, y a largo plazo terminará desapareciendo». Prieto considera vital que las empresas salgan al exterior y se consoliden en los mercados internacionales para compensar la cuota que ven mermada en su país de origen por efecto de la competencia extranjera. «Ésa es la única manera de mantener su facturación en una economía tan interconectada como la actual».
El tamaño es considerado un factor determinante para la internacionalización empresarial. Aunque no exista un umbral a partir del cual esté garantizado el éxito, la experiencia demuestra que, cuanto mayor sea, más facilidades tendrá para asumir los costes derivados de la entrada en los mercados internacionales. Sin embargo, las empresas españolas son, en general, más pequeñas que sus homólogas europeas. Según la Comisión Europea, el 94,8% de las compañías españolas son microempresas –menos de 10 empleados–, frente al 82,2% en Alemania y el 92,8% en el conjunto de la Unión Europea. De todos modos, Prieto remarca que tan importante como el tamaño es la innovación, y que las empresas españolas no deben aspirar a producir más barato, sino a producir de una forma diferencial, poniendo el acento en la innovación como vía para elaborar bienes y servicios de alto valor añadido.
El año pasado se registraron 148.794 empresas exportadoras de mercancías, lo que supone un 36% más que en 2010. Pese a la dificultad de trazar un perfil único, de media, la empresa exportadora española exporta por valor de 1,71 millones de euros. Hay 105 empresas que exportan cada una más de 250 millones de euros –representan el 40% de las exportaciones españolas– y hay 81.217 empresas que exportan cada una menos de 5.000 euros. Por otra parte, Prieto esclarece que la empresa española vende sus productos en una media de 3,7 países. Por sectores, predominan claramente las compañías de productos industriales y tecnología sobre las de bienes de consumo y alimentación. Y por ubicación geográfica, Barcelona, Madrid y Valencia son las provincias donde hay más empresas con actividad exportadora.
Prieto resalta que el número de exportadores regulares –empresas con actividad exportadora ininterrumpida durante, al menos, los últimos cuatro años– también ha crecido de forma considerable. En 2016 fueron 49.792 empresas, un 28% más que en 2010.
De los últimos datos publicados se desprende que, en febrero, las exportaciones dirigidas a la Unión Europea representaron el 67,7% del total; mientras que las que fueron a parar a destinos extracomunitarios supusieron un 32,3% del total, un 5,8% más que en febrero de 2016.
A tener en cuenta
Antes de dar el salto al exterior, la empresa debería contar al 100% con la implicación de la dirección para que trasmita al resto del equipo la importancia de la nueva fase empresarial. De igual modo, Julia Farré, consultora socia de International Team Consulting, opina que tiene que disponer de capacidad de financiación y de personal con experiencia.
La hoja de ruta a seguir comienza con una firme toma de la decisión, que implicará invertir tiempo y dinero, y obligará a realizar cambios en la oferta. Después, «se debe definir un plan de trabajo, que empiece con la selección de países a abordar. Para poderlos seleccionar, hay que conocer bien el producto, saber cuáles son los más susceptibles a la exportación y analizar la competencia». Una vez estudiada la oferta, los precios, las certificaciones, las regulaciones y otros aspectos intrínsecamente ligados al producto, se deben determinar los países para trabajarlos a fondo y con constancia. «Se tienen que fijar mercados a corto, medio y largo plazo y definir un plan de promoción internacional que incluya todos los aspectos del marketing mix. Con esto, la constancia, el trabajo y la paciencia son básicos, puesto que el retorno en la inversión llega a medio-largo plazo y los resultados son generalmente menores a lo esperado inicialmente. La implementación del plan, el control y la supervisión de los objetivos son puntos clave para llegar al éxito».
Farré asevera que la exportación permite crecer de forma sostenida y equilibrada, minimizando el riesgo de crisis. Piensa que los resultados dependen de los recursos que se inviertan, no del tamaño, ya que «una empresa pequeña puede identificar la exportación como eje clave, invertir en ella todos sus recursos y obtener un porcentaje de resultados mayor que una compañía más grande que limite las acciones por falta de flexibilidad». En cualquier caso, corrobora que la exportación podría considerarse un pilar fundamental para la supervivencia de una empresa. «Vender en el extranjero abre puertas en todos los ámbitos, aumentando continuamente su competitividad. Las compañías mejoran en procesos y crecen de forma sostenible», sentencia.
Los Premios Tu Economía han correspondido en esta tercera edición a diferentes sectores: Metalurgia (ArcelorMittal), Moda (Adolfo Domínguez), Emprendimiento social (Ashoka), Dermocosmética (Isdin), Asegurador (Mutua Madrileña), Digital (Minube.com), Energía Renovables (Prodesa), Turismo (Logitravel), Distribución farmacéutica (Cofares), Biotecnología (Carlos Buesa) y Dietética (Félix Revuelta).
Los premios serán entregados el próximo jueves 4 de mayo,
y al igual que en los años anteriores en un acto que se celebrará en el Palacio de la Bolsa de Madrid, que será presidido por el ministro de Economía, Industria y Competitividad,
Luis de Guindos, y al que asistirá una amplia y nutrida representación del mundo empresarial, los autónomos, los emprendedores,
las pymes, las «start-ups» y un largo etcétera.
ARCELORMITTAL
Premio al Mejor Valor del Ibex 35
Por su excelente recuperación en el mercado bursátil como consecuencia del aumento del precio de los metales y de una atinada gestión de la compañía.
Adolfo Domínguez
Premio al Valor más Destacado del Mercado Continuo
Por sus 20 años de cotización, coincidiendo con su ambicioso plan de renovación y mejoría en la Bolsa.
Ashoka
Premio al Mejor Impulsor de Start-Ups
Por su afán de fomentar el emprendimiento social a través de proyectos concretos y profesionales, con capacidad de innovar en valor.
Isdin
Premio a la Mejor Empresa por su innovación
Por su fuerte apuesta por el I+D+i en busca de productos dermatológicos que mejoren la calidad de vida de la gente.
Félix Revuelta
Premio a la Mejor Trayectoria Profesional
Presidente del grupo Kiluva, por haber logrado implantarse con miles de tiendas en todo el mundo.
Mutua Madrileña
Premio a la Mejor Política de RSC
Por impregnar del espíritu de responsabilidad social su gobierno corporativo y por sus programas de apoyo a los colectivos más desfavorecidos.
Minube.com
Premio a Mejor Iniciativa Digital
Por haber sabido atraer a los amantes de los viajes gracias a sus contenidos variados e interesantes, a su diseño ágil y a su tecnología eficiente.
Prodesa
Premio Bankia a la Mejor Pyme
Por contar con tecnologías de vanguardia, un crecimiento sustentado tanto en España como en el exterior y facturar más de 150 millones de euros.
Logitravel
Premio al Mejor Proyecto de Internacionalización
Por sus proyectos imaginativos a medida de cada mercado y por su afán de expandirse desde su fundación.
Cofares
Premio a la Mejor Política de Recursos Humanos
Por sus diferentes programas para la mejora de la salud de sus trabajadores y sus políticas de retención del talento.
Carlos Buesa
Premio al Mejor Emprendedor
Fundador de Oryzon Genomics, por convertir esta «spin-off» en la biofarmacéutica líder en Epigenética.
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