España: ¿atrae inversión?

La Bolsa sube hasta los 9.420. Los fondos extranjeros compran inmuebles y empresas. La exportación y el turismo superan sus cifras ¿Qué pasa en España? Hay factores exteriores e interiores que lo explican. Uno: el aumento de liquidez en el mundo. La política monetaria de la Reserva Federal, el BCE y el Banco Central de Japón es expansiva. Los tipos de interés, bajísimos. Hay dinero y necesita rentabilidad; por eso busca oportunidades. Dos: los países emergentes están en un punto de inflexión. Brasil crecerá sólo el 2,5% este año. Por debajo de las expectativas que se esperaría en un BRIC, pasó su momento. Tres: la demanda del resto del mundo crece. España es un buen proveedor de bienes intermedios, construcción, ingeniería, servicios profesionales, turismo... un buen sitio para invertir. Cuatro: empresarios, trabajadores y comités sindicales a nivel de empresa se han puesto las pilas. Cinco: el Gobierno a través de la reforma laboral ha facilitado un marco legal para una devaluación interior, con bajada de salarios, flexibilidad del mercado laboral y de la organización interna de las empresas, mejorando su competitividad. Seis: la depresión del consumo interno reduce la inflación, a pesar de la subida del IVA. Por si fuera poco, el exceso de oferta y la falta de crédito tiran a la baja los precios inmobiliarios. España está barata y con expectativas de crecimiento. Se anuncian ya incrementos del PIB de más del 1% para el segundo semestre de 2014. No es raro que el capital nacional e internacional decida invertir ¿Hasta cuándo? Si España mantiene su competitividad, el dinero no se irá. Para eso el Estado debe aplicar austeridad y reformas estructurales; dejar de absorber el crédito; evitar la inflación por exceso de demanda del sector público; bajar impuestos y costes del factor trabajo como la Seguridad Social, y previamente reducir su déficit.