España comienza a frenar la «fuga de cerebros»

El crecimiento económico y la mejora de las expectativas a corto plazo han producido un frenazo en el éxodo de españoles que decidieron emigrar al extranjero desde el inicio de la crisis económica.

El crecimiento económico y la mejora de las expectativas a corto plazo han producido un frenazo en el éxodo de españoles que decidieron emigrar al extranjero desde el inicio de la crisis económica.

Esta es la conclusión que refleja la última Estadística de Movilidad Geográfica del INE, que analiza los cambios de residencia de ocupados y desempleados en el último año. En concreto, un 8,4% de los ocupados residen actualmente en otro país, una cifra igual a la del año pasado e inferior a la de 2013, que se situaba en el 9,2%. Lo mismo ocurre en el caso de los desempleados, sólo un 12,8% ha cambiado recientemente su residencia al extranjero, frente al 13,6% de 2014 y el 14,2% de 2013. Parece que la disminución del paro y el aumento de la flexibilidad en el mercado laboral han convencido a buena parte de la población para quedarse en España.

Los datos también analizan la movilidad general de los trabajadores y parados tanto dentro como fuera de España. Al parecer, son la edad y la nacionalidad las variables que más influyen a la hora de plantearse un traslado. En relación a esto, son los extranjeros y los más jóvenes los que mayores tasas de movilidad geográfica han presentado durante 2015. Los ocupados de entre 16 y 34 años son los que tienen una mayor predisposición a cambiar de residencia. En concreto, un 5% del total ha modificado su municipio en el último año. Por el contrario, sólo un 1,1% del total de los ocupados mayores de 55 años ha hecho los mismo. Ocurre igual en el caso de los desempleados; la tasa de movilidad de los jóvenes se sitúa en el 4,9%, mientras que de los adultos, solo un 1,8% se atreve a dar el paso. También existen diferencias según el tipo de contrato: las personas con contrato temporal están más dispuestas a moverse por motivos laborales; un 4,4% lo ha hecho durante 2015, frente al 2,2% de personas con contrato indefinido.