Guerra comercial
Europa pone el gas, vino y soja americanos en su punto de mira
Bruselas tiene preparada una lista de productos por 20.000 millones de euros. España y Francia, muy castigados, son los que más gas licuado compran a EE UU
Bruselas tiene preparada una lista de productos por 20.000 millones de euros. España y Francia, muy castigados, son los que más gas licuado compran a EE UU
No por esperado es menos doloroso. El Ejecutivo comunitario comunicó ayer su decisión de responder a Washington con la misma moneda, tras la imposición de tarifas arancelarias por valor de 7.500 millones de dólares, debido a las ayudas ilegales concedidas por la UE a Airbus. Aunque este paso de la Administración estadounidense está avalado por la Organización Mundial del Comercio y no ha sido ninguna sorpresa, la UE confiaba en evitar esta situación. Se espera que el organismo multilateral acabe también permitiendo que Europa imponga tarifas arancelarias a Washington por las ayudas también ilegales concedidas a Boeing. Ante esta contienda comercial, Bruselas apostaba por fumar la pipa de la paz y no dar pie a escaladas peligrosas, pero la respuesta comercial estadounidense ha impedido la tregua.
La comisaria de Comercio, Cecilia Malmstöm, aseguró ayer en un comunicado que esta ofensiva «no deja más remedio que seguir el curso de nuestras propias tarifas en el caso Boeing, donde Washington ha infringido las normas de la OMC. Se espera que en los próximos meses este organismo multilateral formalice este veredicto y Bruselas tiene preparada desde el mes de julio una lista con productos que están en la picota. Estas importaciones suman 20.000 millones de euros a los que se podría imponer tarifas arancelarias. Entre estos bienes se encuentran desde bebidas alcohólicas como vino, ron y vodka a videoconsolas, y vehículos.
«Imponer aranceles no va en el interés de nadie. Infligirá daños muy significativos a una cadena de suministros altamente integrada en los sectores de la aviación en EE UU y en la UE, y habrá daños colaterales para muchos otros sectores que ya sufren bajo las actuales tensiones», dijo.
La represalia europea se ultimó de forma preventiva ante la amenaza de que EE UU fijara un arancel del 25% para las importaciones de automóviles europeos, una decisión postergada por Trump, pero que sigue latente.
La UE también ha puesto en el punto de mira al gas licuado y la soja estadounidenses, productos cuyas importaciones del país norteamericano se han disparado desde la tregua firmada por ambas economías en julio de 2018. Una vez rota la tregua, las autoridades comunitarias estudian reducir el flujo de estas mercancías hacia Europa.
Las importaciones de gas natural licuado se han incrementado más del 360% desde julio de 2018, al pasar de los 3.300 millones de metros cúbicos a los 10.000 millones desde esa fecha, lo que ha convertido a EE UU en el tercer mayor proveedor de la UE de GNL, con el 12%, tras Catar (30%) y Rusia (19%). En 2017, Europa representaba más del 10% de las exportaciones totales estadounidenses de ese gas, frente al 5% en 2016. Se da la paradoja de que son precisamente España y Francia, dos de los países más perjudicados por los nuevos aranceles estadounidenses, los principales importadores de gas estadounidense.
Respecto a la soja, las importaciones desde EE UU han crecido casi un 100% lo que le ha convertido en el mayor proveedor de soja de la UE, al pasar del 33% de las importaciones al 60%.
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