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Entrevista

Fernando Santiago: «Es momento de centrarnos en las pymes, no en guerras personales»

El presidente del Consejo General de los Colegios de Gestores Administrativos pide acabar con el intervencionismo de CEOE en las elecciones de Cepyme

Fernando Santiago, presidente del Colegio de Gestores Administrativos de Madrid La Razón

Las elecciones a la presidencia de Cepyme se han convertido en una lucha encarnizada por el control de la patronal de las pymes, en un momento especialmente delicado para el tejido empresarial español. Fernando Santiago Ollero, presidente del Consejo General de los Colegios de Gestores Administrativos y representante de su asociación profesional en la patronal de las pymes, denuncia el «intervencionismo» de CEOE y señala especialmente a su presidente, Antonio Garamendi, que ha disparado la tensión y el enfrentamiento institucional. Santiago ha decidido alzar la voz para reclamar que se devuelva el foco a lo verdaderamente importante: las pequeñas y medianas empresas.

¿Cómo valora la situación que se ha generado en torno a las elecciones internas de Cepyme?

Con preocupación. Porque lo que se ha producido no es un debate sano ni una diferencia de criterio, sino una intromisión directa en la autonomía de una organización empresarial. Y eso pone en peligro algo fundamental: el respeto a los procesos democráticos internos y a la libertad de los socios para elegir a sus representantes.

¿Se refiere al papel que ha jugado el presidente de CEOE en ese proceso?

Sí, con claridad. Es legítimo que las personas tengan opiniones, incluso que haya preferencias dentro del entorno empresarial. Pero otra cosa es que el presidente de la CEOE impulse activamente a una candidatura, que se enfrente públicamente a la otra y que solicite el voto para un candidato. Esa actuación no es neutral, y desde luego no es institucional.

¿Es lícito el posicionamiento en un proceso electoral?

Por supuesto que sí. Es natural que los socios, federaciones, organizaciones o incluso personas con responsabilidad en el ámbito empresarial se alineen con una u otra opción. Forma parte de la vida interna de cualquier entidad. Pero el papel del presidente de la confederación madre, que representa a todos, es otro. Su responsabilidad es arbitrar, garantizar el buen desarrollo del proceso, no decantarlo. No puede actuar como parte interesada, porque entonces la confianza en el conjunto de la organización se resiente.

¿Qué consecuencias cree que puede tener esta situación?

La más grave ya está ocurriendo: el foco se ha desviado de lo verdaderamente importante. En lugar de hablar de los problemas de las pymes, de sus necesidades, de cómo acompañarlas en esta coyuntura económica compleja, estamos asistiendo a un conflicto interno que se hace público y que genera división. No soy partidario de entrar en descalificaciones personales, con supuestos trapos sucios, incluso de personas que no están en las elecciones, que solo han manifestado su legiíimo apoyo a uno u otro candidato. Las pymes no están para guerras personales ni institucionales. Están esperando que trabajemos unidos, con responsabilidad y sin interferencias, para poder representarles mejor.

¿Qué mensaje le gustaría enviar en este contexto?

Que respetemos los procesos, que dejemos que las organizaciones decidan libremente a sus representantes, sin presiones externas. Que volvamos al sentido institucional, al compromiso con el conjunto. Y sobre todo, que no olvidemos que lo urgente, lo necesario, lo prioritario, son las pymes. A ellas nos debemos, no a los egos ni a las estrategias personales.

¿Qué le parece todo este lío del voto delegado?

Ante eso hay una solución muy fácil: ir a votar. Así no puede haber ninguna manipulación. Yo voy a ir a votar personalmente. Ya me he reservado mi agenda para tener el día libre y poder ejercitar mi derecho y mi obligación de participar personalmente en el futuro de la organización que defiende los intereses de los pequeños y medianos negocios. Creo que es un momento clave, y que estar presente es una muestra de compromiso con lo que realmente importa.