Industria del automóvil
Fiat-Chrysler, acusada de un nuevo caso de «dieselgate» en EE UU
La Agencia de Protección Medioambiental dice que falseó las pruebas de emisión de gases
La Agencia de Protección Medioambiental dice que falseó las pruebas de emisión de gases
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos acusó ayer a la firma americana Chrysler, hoy en manos del grupo Fiat, de falsear las pruebas de emisiones de un total de 104.000 motores de sus vehículos Jeep Cherokee y Dodge Ram. La nioticia cayó como una bomba en la bolsa de valores y los títulos de Fiat Chrysler Automoviles (FCA) sufrieron un retroceso que, en el momento de escribir esta información, superaba el 16%. El fabricante ha negado los hechos y espera poder dar las explicaciones pertinentes cuando sea convocada a declarar con la nueva Administración Trump.
La denuncia de la agencia americana se refiere a modelos fabricados por Chrysler en los Estados Unidos en los años 2014, 2015 y 2016 equipados con un motor diésel 3,0 litros y que únicamente se vendieron dentro de ese país. Estos modelos son versiones del Jeep Cherokee y del Dodge Ram. La denuncia es, en concreto, por «supuestas violaciones de la Ley de Aire Limpio por instalar y no revelar un software de tratamiento de motores», lo que, según las mismas fuentes, «supone una grave violación de la ley que puede afectar a la contaminación nociva del aire que respiramos». Una acusación grave que inmediatamente afectó al valor de la compañía (cayó un 16%), ya que los inversores recuerdan que, hace sólo dos días, el mismo organismo impuso a VW una sanción de 4.300 millonees de dólares.
Fuentes del grupo automovilístico italiano consultadas por LA RAZÓN mostraron su sorpresa por la decisión de este organismo ya que, según sus declaraciones, llevaban trabajando seis meses con los técnicos de la Agencia de Protección Ambiental, intercambiando informaciones al respecto de la centralita electrónica que montan estos motores y que, según los ingenieros de FCA, es completamente legal. Además, propusieron a los técnicos de la Administración americana realizar las variaciones que ellos juzgaran convenientes para someterse a sus controles de emisiones. En cualquier caso, los ingenieros y ejecutivos del grupo FCA esperan que la nueva Admninistración americana, ya bajo el mandato de Donald Trump, les cite a declarar para poder defenderse de estas acusaciones.
Pero mientras, la subdirectora de la oficina de cumplimiento de la Agencia de Protección Ambiental, Cyntia Giles, realizó ayer mismo unas declaraciones especialmente duras contra el grupo italo- americano, al afirmar que «seguimos investigando la naturaleza y el impacto de estos motores, ya que todos los fabricantes deben cumplir las mismas reglas. Por ello, continuaremos haciendo responsables a las compañías que logren una ventaja competitiva injusta e ilegal».
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