Agencias de calificación
Fitch sube la nota de España a A- con perspectiva estable
La agencia devuelve la deuda de España a la primera división de las calificaciones crediticias casi seis años después. Dice que la situación de Cataluña tiene impacto limitado en la economía.
La agencia devuelve la deuda de España a la primera división de las calificaciones crediticias casi seis años después. Dice que la situación de Cataluña tiene impacto limitado en la economía.
La agencia de calificación de riesgo Fitch, una de las tres grandes del sector, revisó ayer al alza el rating de España desde «BBB+» hasta «A-» con perspectiva estable, lo que devuelve a España al grupo de países cuya deuda tiene como categoría la letra “A”, el tercer mejor lugar del podio. En julio del pasado año, la misma agencia revisó de «estable» a «positiva» la perspectiva, lo que abría la posibilidad de una mejora de la nota dentro de los siguientes doce meses. Al cierre de la bolsa de Nueva York, Fitch confirmó los rumores que circularon por el mercado de renta fija durante toda la sesión de ayer, que llevaron a la prima de riesgo a marcar el nivel más bajo en los últimos ocho años: 87,2 puntos básicos por encima de Alemania, con el bono a diez años en el 1,443%.
La deuda española regresa así a la primera división de los ratings, de la que desapareció en el año 2012, cuando el bono a diez años se disparó hasta ofrecer rentabilidades superiores al 7,7%. La primera agencia en calificar la deuda española a largo plazo con la letra «B» (la segunda división crediticia) fue Standard & Poor’s, en abril de ese año; después, Fitch, el 7 de junio, y la siguiente semana, Moody’s. España, que durante alguno tiempo gozó de la máxima calificación de las tres agencias de rating, perdió la máxima distinción («AAA») entre enero de 2009 (S&P) y septiembre de 2010 (Moody’s), los años más duros de la crisis económica.
Para el ministro de Economía, Luis de Guindos, la «subida del rating confirma la confianza en nuestra economía, que se sustenta en un crecimiento robusto, con fuerte creación de empleo y reducción del déficit público». La decisión adoptada por Fitch, junto a la rebaja de la prima de riesgo en los últimos días, facilitará, en opinión del ministro, «ampliar la base inversora y reducirá los costes de financiación». Fitch considera que la situación de Cataluña tiene un impacto muy limitado en la actividad económica en el conjunto de España. La agencia considera «muy improbable» la secesión y apuesta por un acuerdo que revise las cuestiones de financiación y contemple una mayor autonomía para la región.
Fitch volverá a revisar la calificación de España el próximo 13 de julio. Antes lo harán S&P (el 23 de marzo) y Moody’s (el 6 de abril). De Guindos espera que la mejora llevada a cabo ayer sea la pauta general en las revisiones que se realizarán este año.
«A día de hoy, un inversor puede decidir entre comprar un bono alemán o un bono español a diez años con una diferencia de rentabilidad de únicamente ocho décimas. Este hecho constata el bajo riesgo de impago que el mercado percibe en la deuda española y, por consiguiente, la solidez de la economía española». Son palabras de Rodrigo García, analista de XTB. En 2012, España tuvo que pagar un 7,7% para poder colocar sus emisiones de deuda a largo plazo. Los seguros de impago (CDS) se han abaratado a 81.160 dólares por cada 10 millones de inversión, la mitad que Italia.
El programa de compra de bonos que puso en marcha el BCE en marzo de 2015 ha tenido mucho que ver en esta bajada, junto con la mejoría de la economía española desde 2014. En estos cerca de tres años de inyección de liquidez, el BCE ha comprado bonos por valor de 1,898 billones de euros. España es el cuarto país más beneficiado, con compras por encima de los 230.000 millones de euros, por detrás de Alemania, Francia e Italia.
La bolsa sigue al alza
La semana que viene habrá alguna pista más del futuro comportamiento del mercado de renta fija y también de las bolsas. El próximo jueves, el BCE celebra la primera reunión del año de su consejo de gobierno entre rumores acerca de un posible endurecimiento de la política monetaria antes de lo previsto (el programa de compras seguirá hasta septiembre, aunque con una cuantía mensual inferior). Sólo la fortaleza del euro puede cambiar esta percepción.
La bolsa española encadenó su tercera semana al alza al subir el 0,16%, impulsada por el Banco Central Europeo (BCE) y los máximos de Wall Street, pese a la caída de la mayoría de los bancos y la revalorización del euro. El principal indicador nacional, el Ibex-35, que ayer ganó un 0,45 %, cerró en los 10.479,50 puntos, tras sumar 17,10 enteros respecto al viernes pasado, pese a cortar a mitad de semana con una racha de seis sesiones consecutivas en verde.
El mercado reaccionó positivamente después de conocerse que el Banco Central Europeo (BCE) estaba dispuesto a responder a la mejoría económica con un rápido endurecimiento de la política monetaria, que aceleraría la subida de tipos, lo que impulsó los valores financieros.
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