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De Guindos reclama «arrimar el hombro» contra el déficit

«Penalizar a España, que ha hecho el giro económico más importante, es lo contrario de lo que necesita la UE», dijo en Bruselas.

El ministro español de Economía, Luis de Guindos, a su llegada a la reunión de los ministros europeos de Economía y Finanzas en Bruselas
El ministro español de Economía, Luis de Guindos, a su llegada a la reunión de los ministros europeos de Economía y Finanzas en Bruselaslarazon

«Penalizar a España, que ha hecho el giro económico más importante, es lo contrario de lo que necesita la UE», dijo en Bruselas.

La cuenta atrás ya ha comenzado. La Comisión Europea espera recibir lo antes posible el nuevo borrador del presupuesto español, «mucho antes de finales de año» en palabras del Comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici. Por eso, ayer España respondió a la misiva enviada por Bruselas del 25 de octubre en la que apremiaba al nuevo ejecutivo a hacer los deberes y el titular de Economía español, Luis de Guindos, aprovechó la ocasión para hacer un llamamiento desde Bruselas al resto de las fuerzas políticas del Congreso, a los que definió como «potenciales aliados» para que arrimen el hombro, ante un ejecutivo en minoría, «Elcumplimiento de los objetivos de déficit ya no es únicamente la responsabilidad del Gobierno. Es la responsabilidad de todos los grupos de la Cámara», recordó el ministro de Economía, si bien reconoció que los grupos políticos pueden defender diferentes alternativas a la hora de cuadrar las cuentas.

Como primera señal de buen entendimiento, el Gobierno está dispuesto a negociar con el principal partido de la oposición, el PSOE, el nombramiento del nuevo subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, que termina en su puesto a finales de año. Un preludio del necesario consenso para sustituir al gobernador del Banco, Luis María Linde, cuyo mandato expira en 18 meses y no puede ser reelegido.

A pesar de la relativa premura con la que el ejecutivo promete elaborar las nuevas cuentas públicas, por el momento tan sólo se han producido contactos tanto con Ciudadanos como con los socialistas en las que la fórmula final del ajuste no ha sido todavía acordada. El ministro no quiso ayer dar ninguna pista tras la reunión de los ministros de Economía de los Veintiocho sobre las posibles medidas de ajuste, a pesar de que Bruselas, en sus últimas recomendaciones, ha mostrado su preferencia por que España saque de la lista algunos bienes que tributan al tipo reducido del IVA 10% y pasen a engrosar el tipo general del 21%.

Compromiso claro

En la carta remitida ayer a Bruselas, el Gobierno español promete alcanzar la cifra comprometida por nuestros socios europeos para reducir el déficit público hasta el 4,6% este año y el 3,1%, el que viene. En este texto, el ejecutivo también muestra sin fisuras su disponibilidad a cumplir el denominado ajuste estructural no dependiente de la bonanza ciclo económico y valorado en un 0,5% del PIB, unos 5.000 millones de euros. «No hay regates de ningún tipo, tenemos un compromiso claro», aseguró también De Guindos en rueda de prensa después de que Moscovici, en la comparecencia del día anterior, recordara que España debe cumplir este último objetivo independientemente de los vientos a favor del alza del PIB.

A pesar de esto, De Guindos sigue fiando al robusto crecimiento español la posibilidad de amortiguar el ajuste vía aumento de impuestos o reducción del gasto. El Ministerio de Economía no ve señales de desaceleración en la segunda mitad del año y por eso considera que la cifra del 2,9 prevista para este año es prudente y podría incluso situarse en unas coordenadas similares a 2015 cuando alcanzó el 3,2%. Para este año, el ejecutivo prevé un 2,3% de crecimiento y espera que hoy, en las previsiones económicas que publicará el ejecutivo comunitario vayan en la misma dirección. Según los cálculos realizados después del pago fraccionado del impuesto de sociedades en el mes de octubre, las cifras barajadas por el Gobierno en las que se esperaba recaudar 8.300 millones en 2016 podrían elevarse hasta los 9.000 millones. «Lo primero que mira la Comisión es el déficit nominal» sostuvo De Guindos.

El ministro también tuvo ocasión de comparecer ante el Parlamento Europeo para hacer un alegato en contra de la posible congelación de los fondos europeos tras el desfase presupuestario de 2015. «En un momento de creciente incertidumbre y riesgos, tanto para la economía mundial como para los mercados financieros europeos, penalizar al país que ha llevado a cabo el giro más importante de crecimiento económico sería lo contrario a lo que necesitan la Unión Europea y la zona euro».