Lucha contra el déficit
Hacienda no tolerará un desvío de más de dos décimas en el déficit
El Gobierno ultima el cierre del presente ejercicio fiscal con la obligación de reducir el déficit público de 2012 (7,1% del PIB según la CE, excluida la ayuda a la banca) hasta el 6,5% pactado con Bruselas. Fuentes cercanas al Ejecutivo aseguran que Rajoy sólo admitirá una desviación de unas dos décimas, que en la práctica supone una «brecha» de algo más de 2.000 millones de euros y dejaría el «agujero» de España cercano al 6,7% del PIB. Es decir, que tras el ajuste realizado en 2012, que redujo la desviación en unos dos puntos porcentuales (unos 21.000 millones), el ajuste en el presente ejercicio será de sólo 4.100 millones.
El principal temor que tiene Bruselas es que el déficit primario de este año sea superior al de 2012, lo que daría al traste con el plan de ajuste de la Comisión Europea (CE) para nuestro país y confirmaría la teoría germana de que dar más margen a España y otros países en proceso de ajuste al final lo único que consigue es una relajación en el ritmo de consolidación fiscal. Por ello, Bruselas anunció el viernes una pequeña «trampa» contable que permitirá relajar el volumen de gasto público que computa para el proceso de déficit excesivo.
En concreto, la Comisión estudia permitir a los gobiernos de los países afectados que supriman de la cifra final de déficit público el gasto correspondiente a desempleo coyuntural producto de la crisis. Es decir, el capital que el Estado paga a los parados que exceda de ese 23% de tasa de paro estructural que España tendría si su economía funcionara «a pleno rendimiento», según publicó el diario estadounidense «The Wall Street Journal».
Si la emigración de los españoles y el punto y final de las prestaciones por desempleo de mucha población activa dejarán en caja unos 1.000 millones, esta operación contable podría reducir el capital en otros 3.000 millones. El presupuesto de gasto en prestaciones por paro es de unos 27.000 millones para el presente ejercicio.
Además del ahorro en gasto por desempleo, la deuda pública permitirá otro por valor de unos 5.000 millones gracias a la rebaja de la prima de riesgo y el coste de financiación de nuestro país por las políticas de estímulo de los bancos centrales. La eliminación de la deducción de las pérdidas por deterioro de cartera de valores y rentas negativas producidas en el extranjero en el Impuesto de Sociedades aportará otros 3.600 millones en un año fiscal homogéneo, pero para este ejercicio el impacto será de unos 1.000 millones, aproximadamente, sin aplicar el criterio del devengo.El «proceso de consolidación va a ser el mismo», aseguran en Economía.
Los ingresos se recuperan
El departamento que dirige Luis de Guindos vigila de cerca las modificaciones tributarias que se realizan en Hacienda y su previsible impacto en la economía real, y muestra especial preocupación por la política de supresión de las deducciones que mantiene el gabinete de Cristóbal Montoro, y que tendrá su continuación en las próximas semanas.Por el lado de los ingresos, fuentes cercanas al Ministerio de Hacienda aseguran que los mismos «se van recuperando en términos homogéneos» y que la consolidación fiscal depende en gran medida de la evolución económica por el impacto de la actividad en la recaudación por IVA. En términos generales, la economía empezó el año con «mal tono», una circunstancia que podría extenderse hasta el presente mes de septiembre.
No obstante, la previsión del Ejecutivo es que el cuarto trimestre ya refleje una recuperación del consumo interno. No obstante, en términos de modificaciones tributarias, «los cambios normativos no serán muy importantes» en las próximas semanas, advierten desde el Gobierno, que desde que comenzó la legislatura ha aplicado más de 30 subidas de impuestos.
Hasta el pasado mes de julio, el desfase entre ingresos y gastos de la Administración, sin incluir ayuntamientos ni corporaciones, fue del 5,27% del PIB previsto por el INE para este año (1,03 billones de euros), esto es, 54.293 millones. El Estado tuvo un «agujero» del 4,55%, o 46.891 millones y las comunidades, del 0,77%.
Fuentes de Hacienda admiten que los meses de julio y agosto son los dos en los que se producen «picos» en el déficit público, pero a partir de entonces las cifras se consolidan en los cuatro últimos meses. Señalan, además, que este año el Gobierno está «mucho más cómodo» en el proceso de consolidación fiscal tras el esfuerzo aplicado en 2012 para reducir el agujero de 2011 (9,4% del PIB, incluidas las ayudas a la banca).
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