Algeciras

Irán, objeto de deseo para las empresas españolas

Irán se compromete a hacer un uso exclusivamente pacífico de la energía nuclear

Irán quiere recuperar su esplendor comercial
Irán quiere recuperar su esplendor comerciallarazon

Infraestructuras, turismo, energía y medio ambiente son los sectores que ofrecen más oportunidades tras el regreso del país a la escena económica internacional una vez levantadas las sanciones.

Las empresas españolas tienen ahora un nuevo objeto de deseo en Oriente Medio: Irán. El fin de las sanciones económicas a este país supone una oportunidad no solamente para reanudar las relaciones comerciales interrumpidas, sino también por las fuertes inversiones que se prevén a lo largo de los próximos años. Tras varios años de aislamiento internacional como consecuencia de las sanciones impuestas por su programa de enriquecimiento nuclear, Irán quiere recuperar su esplendor comercial a cambio de sacrificar sus planes nucleares. El primer paso lo dio el 14 de julio del año pasado, con la firma del Plan de Acción Integral Conjunto con el llamado grupo de los 5+1, por el que Irán se compromete a hacer un uso exclusivamente pacífico de la energía nuclear. El acuerdo entró en vigor en octubre, si bien su aplicación formal se produjo el pasado 16 de enero, una vez que la Organización Internacional de la Energía Atómica emitió el informe preceptivo en el que confirmaba que el país había adoptado las medidas iniciales exigidas.

Liquidez

El levantamiento de las sanciones permitirá la reapertura de relaciones comerciales en sectores que habían quedado bloqueados, como la importación de petróleo iraní o la exportación de equipos y tecnología para la industria petroquímica. Para Irán, el regreso a los mercados normalizados traerá consigo un aumento de los ingresos por la venta del petróleo. Pero también se eliminarán otras restricciones de carácter financiero. Por ejemplo, se movilizarán hasta 100.000 millones de dólares que estaban embargados en la banca internacional. Además, la reincorporación de la banca al sistema Swift facilitará el acceso a los mercados financieros internacionales. En definitiva, la economía iraní recuperará una gran liquidez, así como la capacidad de obtener financiación externa.

Irán es estratégico, tanto por su potencial económico como por su importancia geopolítica. Por eso, algunos países se han lanzado a retomar los contactos diplomáticos y empresariales con el fin de conseguir una buena posición de partida en esta nueva etapa. Precisamente, uno de los primeros ha sido España, que ya a principios de septiembre envió una delegación encabezada por los ministros de Exteriores, Fomento e Industria y compuesta por representantes del empresariado y de 40 empresas.

Entre los miembros de esa delegación se encontraba el vicepresidente de la CEOE, Joaquim Gay de Montellà, quien tiene muy clara la oportunidad que este país representa para las empresas españolas: «Se nos abre un mercado potentísimo, que además nos va a permitir tener presencia en la región». Y añade que es «un buen país para invertir por la influencia que tiene y por ser el líder de la región».«El momento no puede ser mejor desde una perspectiva política y económica», explica el embajador español en Irán, Eduardo López Busquet. «Irán es un país en el que hay muchas cosas que hacer, hay mucha necesidad de infraestructuras, cuenta con 80 millones de habitantes y juega un papel clave en toda la zona. Por tanto, oportunidades de negocio existen muchas a medio y largo plazo». En este sentido, el embajador detalla que Irán tiene que «renovar la flota de aviones, abordar refinerías o siderurgias, hacer gran cantidad de carreteras, reformar los aeropuertos; en general, poner al día el país». Para ello cuenta con proyectos de inversión por valor de más de 250.000 millones, para los que necesitará financiación.

¿Cuáles son los principales sectores de interés para las empresas españolas?

Gay de Montellá señala que «se abren unos campos como el industrial, el energético, las infraestructuras, el turismo y la agroalimentación, en los que la presencia de compañías, asociaciones o uniones temporales de compañías para desarrollar proyectos en Irán es muy importante».López Busquet apunta tres sectores clave donde hay más posibilidades para las empresas españolas: «El primero, todo lo que tiene que ver con infraestructuras: trenes de alta velocidad, hospitales, carreteras,... Un segundo sector es el turístico. En este país hay necesidad de infraestructuras turísticas, pero también de formación de personal y de gestión de hoteles y circuitos turísticos. El tercer sector tiene que ver con el medio ambiente: energías renovables, sobre todo solar y eólica; gestión del agua, tanto para la agricultura como para los residuos locales y, en general, todo lo que suponga combatir el cambio climático».

A ellos añade otros dos muy concretos, especialmente relevantes a corto plazo. Por un lado, la automoción, tanto para vehículos producidos en España como para nuestras empresas dedicadas a la industria auxiliar. Por otro lado están las pymes ligadas a la cerámica. «Las empresas de este sector de la Comunidad Valenciana se mueven muy bien aquí», asegura. Además, tienen ante sí el reto de recuperar los niveles de exportaciones previos a las sanciones. Las ventas españolas alcanzaron un récord de 656,3 millones en 2011, pero han ido descendiendo paulatinamente hasta los 191,5 millones en 2015. Maquinarias, aparatos y material eléctrico, hierro y acero, automóviles, plásticos o papel y cartón son algunos de los campos más destacados con mayor margen de recuperación.

Aviones y refinería

El fin de las sanciones se está traduciendo ya en importantes anuncios. El primer gran acuerdo comercial que ha firmado Irán es un protocolo para la compra de 118 aviones de Airbus. Si se formaliza el pedido, será un contrato de gran repercusión en España, no sólo por formar parte del consorcio aeronáutico, sino también por la carga de trabajo que supondrá para sus fábricas españolas. Por otro lado, a finales de enero una delegación del Gobierno iraní visitó España para anunciar su interés para construir una refinería de petróleo en el sur de España, concretamente en Algeciras o Huelva, con la vista puesta en exportación, vía canal de Panamá, a Latinoamérica. La inversión alcanzaría los 1.800 millones de euros, con una capacidad de producción de 120.000 barriles diarios. Próximamente viajará a Irán una misión comercial de empresas dedicadas a la industria ferroviaria y otra de la Cámara de Comercio de Madrid. Además, la CEOE trabaja para organizar un nuevo «road show». Y el Icex ya ha programado para marzo dos seminarios sobre Irán. López Busquet considera que «lo importante es declarar intenciones, mostrar interés y posicionarse».