Italia entra en recesión

Italia no sale de la crisis por mucho esfuerzos que esté haciendo su Gobierno. El Instituto Nacional de Estadística (Istat) confirmó ayer que el Producto Interior Bruto se contrajo en el segundo trimestre del año un 0,2%, dato que vuelve a situar al país en recesión técnica (dos trimestres consecutivos con caídas del PIB), después de que en los tres primeros meses del año la economía cediera una décima.

El viceministro de Economía, Enrico Morando, aseguró tras conocer la cifra que será muy difícil que Italia consiga los objetivos económicos previstos, aunque aseguró que no será necesario un nuevo plan de ajuste.

El optimismo del Gobierno transalpino choca frontalmente con las explicaciones del Istat y más aún con sus previsiones para el conjunto del año, que sitúan la caída del PIB en un 0,3%. Para la oficina estadística italiana, el descenso registrado en el segundo trimestre es la síntesis «de una disminución del valor de todos los grandes sectores de la actividad económica: agricultura, industria y servicios».

Sin levantar cabeza

El reflejo de la situación que vive la economía italiana se dio en la Bolsa de Milán, la principal del país, que cedió ayer un 2,70%, en una nueva jornada plagada de incertidumbres.

Las previsiones del Gobierno para el conjunto del año han quedado en el baúl de los recuerdos. El Ejecutivo de Matteo Renzi estimó el pasado mes de abril que la economía crecería en tasa interanual alrededor del 0,8% en el presente ejercicio, cifra que el Banco de Italia se encargó de reducir al 0,2%.

En términos interanuales, el PIB ha descendido un 0,3% en el segundo trimestre de acuerdo con los datos preliminares, que tendrán que ser confirmado en las próximas semanas. La economía italiana ha marcado el peor dato del segundo trimestre de los últimos catorce años.

A media tarde de ayer y tras un huracán de críticas procedente de todos los grupos parlamentarios, el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, afirmó que los datos negativos no deben acarrear pesimismo, sino que los italianos deben mirar «con coraje y ganas a la realidad» porque el país «lo tiene todo para salir de la crisis». En estos términos se expresó el exalcalde de Florencia en una carta dirigida a los parlamentarios que forman su Gobierno de coalición, integrado por partidos situados a ambos lados del centro ideológico. «En el año 2012 registramos un retroceso del 2,4 %; en 2013, del 1,6 y en los primeros seis meses de este año, un 0,3 %. Tenemos que invertir el sentido porque todo depende únicamente de nosotros, de nuestro trabajo en el Parlamento. Las reformas son la posibilidad para impulsar la esperanza y el crecimiento», aseguró.

¿Más ajustes?

Renzi, según recoge Europa Press, se refería a su estrategia reformista, que pretende cambiar Italia en el plazo de mil días mediante un conjunto de medidas estructurales encaminadas a la contención del gasto público y a la simplificación del Estado.

También respondieron a los datos del PIB el ministro de Economía, el tecnócrata Pier Carlo Padoan, y el subsecretario en la presidencia, y «mano derecha» de Renzi, Graziano Delrio. Padoan, durante una entrevista con el canal italiano Tg2, aseguró que esta situación «es la consecuencia de una crisis internacional y europea que aún no ha finalizado. Es el fruto de una crisis internacional, pero sobre todo europea, que no ha acabado y también el resultado de una serie de impedimentos estructurales y de una deuda elevada que Italia tiene desde hace tiempo», indicó el ministro.

Padoan defendió la continuidad de las reformas emprendidas por el Gobierno como único modo de atajar la caída del PIB y de facilitar la salida de Italia de esta dañina situación. Por último el titular de economía descartó un plan de ajuste «a la vuelta de la esquina con un control del gasto: no se producirán recortes».

Italia y Francia se han convertido en la rémora del crecimiento de la eurozona, que encabezan Alemania y España en los dos primeros trimestres del año. La economía española creció un 0,6% entre abril y junio.

¡Ojo a Alemania!

La cartera de pedidos de la industria alemana cayó en junio un 3,2 % con respecto al mes anterior a causa de la disminución de los pedidos de gran volumen, indicó hoy el Ministerio de Economía en un comunicado. Continúa así la tendencia de mayo cuando la cartera de pedidos sufrió un retroceso del 1,6 %. Según explicó el ministerio germano, el volumen de nuevos pedidos volvió a la tendencia negativa, en gran medida por el derrumbe del número de grandes pedidos, cuyo porcentaje estuvo «claramente por debajo del promedio».