Energía

KO al diésel

La crisis de las emisiones trucadas puede frenar las preferencias de los consumidores por el gasóleo. VW modificará gratuitamente la electrónica de todos los motores afectados

Diferentes automóviles de la marca estacionados el pasado miércoles en la planta de Wolfsburgo, Baja Sajonia, sede de Volkswagen
Diferentes automóviles de la marca estacionados el pasado miércoles en la planta de Wolfsburgo, Baja Sajonia, sede de Volkswagenlarazon

La crisis de las emisiones trucadas puede frenar las preferencias de los consumidores por el gasóleo. VW modificará gratuitamente la electrónica de todos los motores afectados

La crisis del exceso de contaminación de los motores diésel puede condicionar los hábitos de compra de los consumidores en un futuro. Expertos del sector consultados por LA RAZÓN no se atreven a diagnosticar las consecuencias inmediatas, pero sí apuntan hacia una modificación de la tendencia del consumidor a medio y largo plazo. Todas las opiniones coinciden en que el diésel, como referente en el combustible de los turismos, irá paulatinamente perdiendo su primacía frente a la gasolina, aunque seguirá siendo hegemónico en el mundo del transporte por carretera.

España es uno de los países donde el gasóleo tiene una mayor aceptación dentro del mercado de los automóviles de turismo, si bien va perdiendo cuota de mercado poco a poco frente a la gasolina. Hubo un momento en que se llegó a que tres de cada cuatro coches que se vendían en España eran diésel. En los últimos tiempos la diferencia se ha corregido.

Tomando los datos últimos publicados por Anfac, la asociación de fabricantes de automóviles, la media de este año es de un 34,9% de coches vendidos con motores de gasolina, frente a un 63,4% que llevan motores diésel. El 1,7% restante corresponde a turismos movidos por motores eléctricos o híbridos. Y este aumento de la gasolina marca una tendencia. En enero, la proporción fue del 30,3% y 67,5%, respectivamente, y en agosto de un 34,1% y 63,2%.

Claro que el Estado tiene en su mano decidir las tendencias de compra de manera muy sencilla, por la vía de los impuestos directos sobre el combustible. En la actualidad, la gasolina soporta más impuestos que el gasóleo. Concretamente, 46,5 céntimos por litro, frente a los 36,8 que debe de pagar cada litro de gasóleo. Si el Estado quiere corregir la tendencia sólo tendría que reducir un poco la enorme proporción de impuestos directos que tiene cada litro de gasolina.

De igual forma, a través de exenciones fiscales se puede incentivar la adquisición de automóviles con motores eléctrico o híbridos. Estos ya tienen un tratamiento preferente en algunas comunidades Autónomas y ayuntamientos. Pero además urge acelerar la instalación de unas infraestructuras adecuadas para promocionar otros combustibles alternativos, como puntos de recarga para los coches eléctricos, estaciones de servicio para gas natural o de hidrógeno para cuando llegue la generación de automóviles con este sistema, de contaminación casi nula.

Esta tendencia de incremento de ventas de los motores de gasolina, más generalizada en el resto de Europa que en España, se ha visto favorecida en los últimos años por el esfuerzo realizado por los principales fabricantes mundiales para mejorar las prestaciones y reducir los consumos en los motores movidos por este combustible. Los modernos sistemas de inyección directa han supuesto el nacimiento de una nueva generación de plantas motrices mucho más eficientes que las de hace un lustro, además de asegurar una robustez mecánica similar a la de los motores diésel.

Por otra parte, la marca alemana afirmó ayer que ninguno de los modelos que fueron manipulados en su centralita se encuentran actualmente a la venta en España, ya que son unidades de versiones anteriores. En efecto, los vehículos afectados fueron los de la sexta generación del Golf, la séptima generación del Passat y la primera del Tiguan.

Los nuevos vehículos, en regla

Ninguno de ellos se pueden encontrar actualmente en los concesionarios de la marca como vehículos nuevos, si bien pueden estar disponibles en el mercado de segunda mano. El Golf, el coche más vendido en nuestro país durante el pasado mes de agosto y uno de los cinco más demandados en el conjunto del año, va ya por su séptima generación. Igual le ocurre al Passat, que ha sacado ya al mercado su octava carrocería o al Tiguan, que va por su segunda generación. Aunque por razones de marketing las marcas de automóviles conservan los nombres comerciales de sus modelos más populares, en cada nueva generación se cambia casi completamente el vehículo, adaptándolo a las últimas tendencias e incorporando avances mecánicos. Concretamente, la última generación de los modelos VW debían cumplir los requisitos de la normativa Euro6, que regula de manera muy restrictiva la emisión de gases a la atmósfera, y por ello los anteriores motores AE189 fueron retirados.

No se conoce, sin embargo, si estos motores han seguido siendo montados en otros modelos del resto de las marcas del grupo, como Audi, Skoda o Seat. Esta información, que se lleva esperando desde el primer día de la crisis, aún no ha podido ser revelada por el fabricante alemán. Pero no sería extraño que estos motores siguiesen utilizándose en algunos modelos, ya que se trata de una mecánica turbodiésel con cilindradas entre 1.600 y 2.000 centímetros cúbicos. Es decir, las más populares del mercado.

Mientras la marca alemana ya prepara un protocolo para llamar a revisión a todos los vehículos afectados para realizar gratuitamente las modificaciones necesarias en las centralitas electrónicas, el Ministerio de Industria español tiene intención de pedir a la firma alemana y a sus filiales Seat y Skoda la devolución de las ayudas al vehículo eficiente que hayan podido recibir en los automóviles que llevaban el motor trucado. El titular de la cartera, Juan Manuel Soria, ha declarado que «vamos a plantear la devolución de esta bonificación, sin perjuicio de otras medidas que puedan tener lugar en relación a lo que son los incrementos de emisiones».

También podrían ser objeto de revisión, en esta misma línea, las ayudas del Plan Prever a la que han podido acceder automóviles que teóricamente no sobrepasaban unos límites de contaminación determinados y que, sin las centralitas trucadas, tal vez no cumplan la norma exigida para poderse beneficiar de las citadas ayudas. En los anteriores planes, el Estado pagaba hasta 1.000 euros por cada vehículo nuevo, y en este último plan, la cantidad se ha reducido hasta los 500 euros.

Los modelos actuales son legales

La manipulación de motores no afecta a los modelos que actualmente se venden en los concesionarios Volkswagen españoles, ya que estas plantas motrices fueron montadas en modelos de anteriores generaciones que no debían cumplir la reglamentación sobre emisiones Euro6, que ha entrado en vigor el 1 de septiembre. Los modelos afectados por los motores trucados que fueron señalados por Herbert Diess, responsable de vehículos de turismo de la marca, no están a la venta, ya que son modelos que han cesado en su fabricación hace meses.