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La construcción repunta

Obras de construcción de un edificio de oficinas en Madrid.
Obras de construcción de un edificio de oficinas en Madrid.larazon

Lejos de subidas generalizadas, el precio de la vivienda empieza a aumentar. La coyuntura económica marcará su evolución, pero los expertos se muestran cautos al hablar de una futura recuperación.

Las grúas volverán a operar y los albañiles, a faenar. Tras seis años de caídas y ajustes de precios, el sector de la construcción atisba síntomas de recuperación. El regreso de las familias al ladrillo ha provocado un repunte de la actividad. Los «SE VENDE» que cuelgan de los balcones se encuentran en retirada, aunque aún tímida, y el stock de inmuebles a la venta empieza a menguar.

Desde los niveles máximos alcanzados en pleno «boom inmobiliario», el precio medio por metro cuadrado acumula un descenso del 30,6%. Sin embargo, y por primera vez desde el inicio de la crisis, la tasa de variación anual del Índice de Precios de Vivienda (IPV) se situó en el 0,8% en el segundo trimestre. Hablar de la recuperación del sector de la construcción quizás sea prematuro, pero resulta evidente que hay una mejora de la confianza en el mercado. Susana de la Riva, directora de Comunicación y Marketing de Tinsa, explica que las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE) constituyen un signo positivo, aunque no contempla una inminente recuperación. «El mercado está frenando su caída. Que vaya para arriba dependerá de cómo evolucione la coyuntura económica y los datos de empleo», asegura.

La actividad constructora en España se disparó en julio un 42,4% en tasa interanual, según Eurostat. De esta manera, el sector español es el que más crece en toda Europa. Los expertos del Instituto de Tecnología de la Construcción de Cataluña (ITeC) prevén que este año será el último de contracción para la construcción (-6,2%), antes de iniciar un proceso de recuperación. Su informe «Euroconstruct» apunta un crecimiento del 0,9% del sector en 2015 y un 3,4% en 2016, tras haberse desplomado un 19% el año pasado. El ladrillo ve la luz al final del túnel y su reactivación se irá acelerando paulatinamente. El ITeC vaticina la construcción de unas 40.000 viviendas en 2014, lo que supone un incremento de 6.000 inmuebles respecto al año anterior. En 2015, podrían superarse las 50.000. Por la parte de la construcción no residencial y de infraestructuras, el sector queda a expensas de la inversión privada y pública que consiga captar.

El ladrillo debe reinventarse y generar valor añadido para ser más competitivo a nivel mundial. Además, no puede replicar el modelo masivo pretérito. El protagonismo de la construcción será menor que durante el «boom inmobiliario». En 2007, su peso en el PIB era del 21,9%. Al cierre de 2013, descendió hasta el 10,5%. Pau A. Monserrat, director editorial de iAhorro.com, recuerda que la media de la eurozona está ligeramente por debajo del 6%. «Un 10% del PIB puede ser un peso máximo razonable». Hoy en día, el sector se encuentra demasiado constreñido, y a medio plazo no parece que vayamos a ver la exuberancia que tuvo antaño. De la Riva cree que «hemos aprendido la lección. No se puede hacer que el motor de la economía española vuelva a ser la construcción, ni inflar artificialmente la actividad constructora».

El sector ha registrado una mejora respecto a los mínimos vividos, con 36.900 nuevos ocupados en el segundo trimestre de 2014. En términos anuales, los parados vinculados al ladrillo se han reducido en 95.900 personas, un dato positivo que aminora su maltrecha situación. Las cifras constatan una estabilización del sector. Las viviendas se han revalorizado un 1,5% en lo que va de año y las compraventas aumentaron un 10,7% respecto a julio de 2013, una muestra clara de la dinamización del mercado de inmuebles de segunda mano.

Los precios de la vivienda usada han experimentado una subida tibia del 0,2%. En cambio, las nuevas se han encarecido un 1,9%. Monserrat pone de relieve el saneamiento de los bancos, las concesiones de hipotecas para los clientes más solventes y el optimismo sobre el futuro. «Tenemos la receta de la subida de precios inmobiliarios. Será tenue y podría no mantenerse si hay más problemas para la economía europea y española, tensiones en Oriente Medio...».

Las estadísticas del INE recogen los contratos de compraventa que registran los notarios y reflejan picos asociados a determinados tipos de inmuebles o situaciones coyunturales concretas. Los datos dicen que el precio de la vivienda usada ha tocado fondo, y en determinadas zonas tiene un comportamiento levemente alcista. Pero no manifiestan un crecimiento rápido, sino moderado. El director editorial de iAhorro.comdestaca que la vivienda nueva sigue sin tocar fondo y, cuando los bancos decidan dar salida a sus promociones, puede que caiga aún más.

La combinación del ajuste de precios e incremento de la confianza anima las ventas. Las tasaciones de Tinsa todavía no reflejan subidas generalizadas, ya que el sector inmobiliario está compuesto por multitud de micromercados. Las viviendas necesitan un promedio de dos años para poder salir a la venta. De la Riva cifra en 400.000 unidades el stock de inmuebles disponibles. «En 2017, si no hay ningún sobresalto, podría estar bastante digerido. El año que viene empezará a notarse un aumento más intenso de la construcción de obra nueva y de la actividad promotora».

¿Momento de comprar?

Se trata de una decisión muy personal, sujeta a multitud de factores. El Euríbor, índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas en España, tocó el mínimo histórico del 0,366%. La responsable de Tinsa señala que es un reflejo de la política de tipos del Banco Central Europeo (BCE) y no deja de marcar el precio al que se prestan las entidades financieras el dinero. «Los bancos siguen teniendo mucho cuidado a la hora de conceder préstamos». Desde la tasadora resaltan que, si las previsiones de crecimiento económico y estabilización de empleo se cumplen, el suelo del precio podría alcanzarse a finales de 2014, con caídas próximas a cero.

El mercado español es asimétrico. De ahí que haya zonas geográficas con ajustes de precios pendientes porque tengan mucho stock. El comprador debe analizar el que le interese y encontrar la oferta que se ajuste a sus necesidades. «Es peligroso hablar de generalidades, debido a que es un tipo de producto ligado a mercados muy concretos», añade de la Riva. Por su parte, Monserrat opina que es un buen momento para comprar una vivienda usada en zonas de España que ya registren subidas. No obstante, Borja Mateo, experto inmobiliario y autor del libro «La verdad sobre el mercado inmobiliario», defiende que los precios no han tocado fondo y que «comprar ahora vivienda es una forma de destruir capital». Señala que la bajada de los precios es una enorme oportunidad para España «porque nos hace más competitivos. Hasta que finalice el ciclo de descensos, los pisos habrán sufrido una rebaja de entre el 75 y el 85% de su precio respecto a los picos de 2006».


¿Riesgo u oportunidad?

La sangría de empleo en la construcción se ha frenado. Atrás quedan los años en los que los jóvenes abandonaban sus estudios porque encontraban con facilidad un puesto en el andamio. En materia laboral, asignatura pendiente en España, el sector tiene una gran incidencia, ya que es muy intensivo en mano de obra. El empleo ligado a la construcción requiere una baja cualificación, que puede influir negativamente en la prosperidad del mercado laboral.

Nuestro país necesita un sector con un peso razonable en la economía, innovador y que exporte conocimiento y tecnología, no un ejército de trabajadores poco cualificados. Monserrat piensa que la clave es mejorarlo para dejar de ser meros constructores de adosados y pisos familiares. Asimismo, manda un mensaje elocuente a los parados en este sector: «Puede que nunca más encuentren un trabajo digno en la construcción. No queda más remedio que reinventarse y cambiar de actividad».

La vuelta al ladrillo perjudica al modelo productivo, pero significa una extraordinaria noticia en términos de empleo. La CEOE ha aprobado el documento elaborado por la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) para crear 212.300 puestos de trabajo en el sector hasta 2020.

De la Riva apostilla que el sector «se recuperará poco a poco, con mesura».