Telefonía

El Parlamento Europeo prohíbe el «roaming» a partir de junio de 2017

Pleno del Parlamento Europeo (PE) visto por el monitor de una cámara de video
Pleno del Parlamento Europeo (PE) visto por el monitor de una cámara de videolarazon

El pleno del Parlamento Europeo (PE) aprueba definitivamente las nuevas legislaciones comunitarias que pondrán fin a los recargos por usar el móvil en la UE («roaming») en junio de 2017 y para garantizar la neutralidad de internet.

Una de las batallas en las que la Comisión lleva años inmersa era la eliminación de las tarifas de «roaming», para que todos los usuarios de teléfono móvil puedan desplazarse por cualquier país de la Unión Europea sin tener que pagar un sobrecoste por las llamadas. Será finalmente una realidad el 15 de junio de 2017, dos años más tarde de lo que había planteado el Parlamento Europeo.

La Eurocámara ratificó ayer el acuerdo que alcanzaron los Gobiernos de los Veintiocho estados miembros. El objetivo es acabar con «la utilización abusiva del ‘‘roaming’’». Antes de que se eliminen dichas tarifas, habrá un paso intermedio para rebajar su coste. A partir del 30 de abril del año que viene, el precio mayorista por minuto no deberá superar cinco céntimos, dos céntimos por mensajes de texto y cinco céntimos por megabyte, una reducción del 75% sobre las tarifas actuales.

El vicepresidente de la Comisión Europea para Mercado Único Digital, Andrus Ansip, se mostró satisfecho por haber logrado consensuar una fecha para el fin del roaming, después de que durante la presidencia italiana se presentara un borrador de trabajo sobre el tema a final del año pasado donde no apareciera un día límite para su abolición. La ausencia de fechas entonces hizo ya saltar las alarmas en Bruselas.

También la nueva normativa acordó que las autoridades nacionales puedan aplicar «por medio de una cláusula de recuperación de costes» cargos mínimos de forma excepcional, siempre que los operadores puedan demostrar que no pueden recuperar los costes y que les afecta a sus precios en el mercado nacional. Precisamente las presiones del sector de las telecomunicaciones son muy fuertes en ese sentido porque se trata de una importante fuente de ingresos.

Las operadoras europeas de calculan sus pérdidas en unos 5.000 millones, lo que equivale al 2% de sus ingresos.