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La frágil recuperación del comercio textil en España
Después de dos años de crecimiento de la facturación y el empleo, el sector se ve obligado a rebajar sus expectativas para 2016 por un mal arranque del año a causa de la climatología y la inestabilidad política
Después de dos años de crecimiento de la facturación y el empleo, el sector se ve obligado a rebajar sus expectativas para 2016 por un mal arranque del año a causa de la climatología y la inestabilidad política
Los comerciantes del sector textil están preocupados porque esperaban que 2016 fuera de nuevo un año positivo para seguir avanzando en la recuperación tras la crisis, pero las cifras del primer cuatrimestre han sido desalentadoras. Según los datos que maneja la Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos (Acotex), la facturación acumulada por el sector hasta abril ha caído un 3,5% en comparación con el mismo periodo del año anterior. «Pensábamos que estábamos en una recuperación, pero nos ha sorprendido mucho el inicio de 2016», reconoce el director general de Acotex, Enrique Vega-Penichet.
El comercio textil venía de cerrar 2015 con un aumento de las ventas del 7,7%, de modo que conseguía su segundo año consecutivo de crecimiento, como se refleja en el informe «El Comercio Textil en Cifras 2015», recién publicado por Acotex. Como continuación de esa tendencia, la patronal del sector preveía para 2016 un incremento de la facturación del 5%. Sin embargo, la bajada registrada hasta abril ha sido un jarro de agua fría que ha obligado a rebajar las expectativas. «Esperamos que en lo que queda de año estas caídas se eliminen y podamos terminar el año no en negativo, a lo mejor con una ligera subida del 1%. Seguimos siendo un poco optimistas para lo que queda de año y poder remontar estas pérdidas, pero obviamente la subida que esperábamos del 5% difícilmente se va a conseguir», afirma Vega-Penichet.
Dos son las razones fundamentales a las que Acotex achaca el mal comportamiento de las ventas en el primer tramo del año. Por un lado está la «inestabilidad política, que puede influir un poco en inversores y turistas y sobre todo en la ciudadanía española, porque no hay toda la seguridad y tranquilidad que se desearía», asegura el director general. Y por otro lado está el factor climatológico, que «ha afectado mucho al sector, pues hemos tenido un invierno muy caluroso», añade. Del cambio de estas circunstancias dependerá el cambio de rumbo que necesita el comercio textil en la segunda mitad del año.
Más puntos de venta
Analizando más a fondo los datos de 2015 recogidos en el informe de Acotex, se observa que la facturación anual alcanzó los 17.743 millones de euros. Eso supone que en dos años ha conseguido situarse por encima de la cifra que había en 2010 (17.373 millones), pero todavía queda muy lejos del récord de 22.460 millones del año 2006.
Esta mejora de las ventas está directamente relacionada con el aumento del gasto de las familias, que de media destinaron al textil 1.223 euros, un 7,47% más que en 2014. Aun así, el gasto es un tercio inferior al que había antes de la crisis.
El empleo también encadenó su segundo año de subida, aunque lo hace a un menor ritmo: sumó un 3,17%, hasta los 193.829 empleados, pero todavía no ha superado el nivel de 2011 (194.554). La mayor velocidad de crecimiento de las ventas que del empleo hizo que la facturación por trabajador subiera un 4,4%, con un total de 91.539 euros, la cifra más alta de los últimos siete años.
Otro dato que avanzó fue el número de establecimientos, que llegó a los 61.387, un 2,3% más de puntos de venta que en 2014. Aquí también se ha registrado la mayor cifra desde 2009, pero queda un largo recorrido, porque aún hay casi 12.000 establecimientos menos que en 2006.
En líneas generales, 2015 fue un año positivo, pero el director general de Acotex apunta que no solo hay que analizar la facturación, sino también ver la rentabilidad. «Estamos viendo que hay una guerra de precios, continuamente estamos con rebajas, descuentos o promociones, con lo que los márgenes y la rentabilidad están bajando muchísimo», asegura. Como el pequeño y mediano comercio no puede luchar contra estas rebajas continuas, su alternativa pasa por imitar a las grandes cadenas con colecciones más cortas y que desaparezcan en un par de meses de las tiendas.
Con vistas al futuro, además de remontar la caída de ventas de inicios de año, el comercio textil debe afrontar, según Enrique Vega-Penichet, tres retos: «Tener en la medida de lo posible colecciones más cortas, que haya una mayor rotación de género en las tiendas; introducirse en los canales online con los distintos dispositivos móviles y adaptándose a las redes sociales; y, por último, recuperar algo de los márgenes que se han ido perdiendo a lo largo de los años de crisis, sobre todo por la guerra de precios y descuentos».
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