Rescate a Chipre

La UE obligará a los ahorradores a pagar los rescates bancarios

La Comisión confirma que los depósitos superiores a 100.000 euros afrontarán las pérdidas en las quiebras de las entidades

La Bolsa de Madrid fue ayer la más castigada por la crisis chipriota
La Bolsa de Madrid fue ayer la más castigada por la crisis chipriotalarazon

Confirmado. Chipre será utilizado de laboratorio para futuras quiebras bancarias. La draconiana reestructuración del sistema financiero de la isla mediterránea, que supondrá el cierre del Banco de Chipre y la mutilación del segundo, el Laiki, son casos «únicos», pero el espíritu que se ha aplicado, por el cual accionistas, bonistas y grandes depositantes asumen importantes pérdidas, es el que la Unión Europea quiere aplicar para el futuro.

El objetivo no es otro que proteger a los contribuyentes europeos, que hasta ahora se han tenido que hacer cargo de la dolorosa factura de los desmanes del sector bancario, que hasta ahora asciende a casi 500.000 millones de euros.

Aunque las declaraciones del lunes del presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, han sido fuertemente criticadas por el inoportuno momento elegido –cuando aún no se había asentado la tormenta desatada por la desafortunada gestión del rescate de Chipre– la Comisión Europea reconoce ahora que no iba desencaminado.

La portavoz de Servicios Financieros, Chantal Hughes, explicó ante el diluvio de preguntas de la prensa que la nueva normativa en preparación sobre resolución de crisis bancarias contempla la posibilidad de forzar a los depositantes con más de 100.000 euros a asumir pérdidas, como ha ocurrido en el rescate de Chipre. «Queremos llegar a una situación en la que los contribuyentes dejen de pagar por los errores de los bancos», expuso. Esta directiva, presentada por la Comisión Europea en junio de 2012, prevé lo que se ha denominado el «autorescate», con el objetivo de implicar al sector bancario en la solución de sus propios problemas. De este modo, en caso de crisis de una entidad se obligará a asumir pérdidas en primer lugar a los accionistas y tenedores de deuda subordinada, pero si no es suficiente también a los bonistas senior y a los grandes depositantes, que hasta ahora habían quedado excluidos.

Bruselas se mueve así en la difícil tarea de reconocer que ésa es la idea para el futuro a modo general, como uno de los elementos incluidos en la futura unión bancaria, pero a la vez reconoce que el caso de Chipre es «único», por cuanto que el sector financiero de la isla sufre de una elefantiasis aguda, pues representa el 700% del PIB del país, algo que no ocurre en casi ningún otro país.

Por este motivo, y porque la futura directiva está aún en discusión en el Consejo y el Parlamento, lo hecho en Chipre no debe verse como un «modelo perfecto» o «un modelo que hay que reutilizar tal cual en el futuro», explicó Hugues. A su juicio, gracias a la unión bancaria y el arsenal de medidas de control del sector bancario (obligaciones de capital de máxima calidad, regulación de bonus para los directivos, control sobre riesgos, MecanismoÚnico de Supervisión, etc...) permitirá que no volvamos a llegar de nuevo a las circunstancias chipriotas en otro lugar del continente.

Sin embargo, dado el delicado momento en el que se encuentra la zona euro, todavía con el susto en el cuerpo del amago de tasa sobre los depósitos inferiores a los 100.000 euros, muchos políticos prefieren no poner todas las cartas sobre la mesa e intentar conservar la calma en los mercados y entre los ciudadanos.

Es el caso del vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, quien ayer rechazó que el rescate aplicado a Chipre pueda servir de modelo para futuras crisis en otros países, al considerar que la situación de la isla es específica y no tiene nada que ver con la de otros, como por ejemplo España. «No hay otro país en la Unión Europea con un modelo bancario similar, que prácticamente podía considerarse un paraíso fiscal y que había creado un sistema bancario desproporcionado», explicó el vicepresidente de la Comisión Europea en la Cadena Ser.

«El caso de Chipre es único», pero es «lógico» que en ese caso los ciudadanos contribuyan bien como accionistas, bien como depositantes o bien como contribuyentes.

Las quitas en chipre serán del 40%

Tras la resolución del rescate, el ministro de Finanzas de Chipre, Michael Sarris indicó ayer que la tasa aplicada sobre los depósitos bancarios por encima de 100.000 euros podría rondar el 40%. «El porcentaje exacto aún debe decidirse, pero va a ser significativo. La gente con depósitos superiores a 100.000 euros deberá convertirlos en acciones de los bancos», indicó Sarris, quien, al ser preguntado si la tasa podría llegar al 40%, admitió que «podría estar cerca. Por lo que he visto ésa es la cifra», señaló. Sarris añadió que la salida del país de la unión monetaria europea no fue una opción contemplada y consideró que abandonar el euro hubiera sido «desastroso». «La salida de Chipre de la eurozona, lo que podría significar la salida de la UE, sería desastrosa, política y económicamente. Ni lo contemplamos», afirmó.