Las altas temperaturas agravan los daños causados por la sequía

Las dos Castillas, Andalucía, Extremadura y Levante, las más afectadas.

Las elevadas temperaturas que se han registrado durante la primera quincena de abril han agudizado los problemas causados por la sequía, que se prolonga desde mediados del invierno en numerosas regiones y ha provocado daños en diversos sectores agrícolas, como los cereales y el girasol, entre otros, en Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía, Extremadura y parte de Aragón (Teruel, fundamentalmente). A esta situación se debe sumar la sequía crónica que se vive en la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía Oriental. Según han informado fuentes de las organizaciones agrarias, todavía es imposible calcular el montante económico de los daños; además, si lloviese en esta segunda quincena de abril, algo poco probable a la vista de las predicciones meteorológicas para los próximos días, algunos de los cultivos se podrían recuperar parcialmente.

La campaña de riego que acaba de comenzar se presenta especialmente complicada por la escasez de agua, sobre todo en la Cuenca del Duero. La reserva hidráulica se encontraba a principios de la semana pasada al 59,9% de su capacidad total. El agua embalsada en los pantanos peninsulares era inferior en torno a un 15% a la que había el año pasado por estas mismas fechas y estaba también por debajo de la media que se ha registrado en los últimos diez años. Las cuencas con una situación más precaria eran la del Segura, que se encontraba al 32,5%, y la del Júcar, con el 39,6%.

Por otro lado, durante estos tres meses y medio que faltan hasta que acabe el actual curso de política agraria, habrá que prestar atención a las negociaciones que se desarrollarán en Bruselas sobre el llamado «reglamento ómnibus», en el que se recogen algunas modificaciones de la normativa vigente actualmente sobre el reverdecimiento de las ayudas. Además, continuarán las conversaciones entre la Comisión Europea y Mercosur para alcanzar un acuerdo de libre comercio entre las dos partes, con el capítulo agrario como uno de los más conflictivos, especialmente en el caso del vacuno de carne.