Las criptomonedas no son para los españoles

El 84% de los españoles nunca no ha comprado criptomonedas por las dudas que le suscita

El término criptomoneda está en boca de muchos, pero pocos conocen realmente el funcionamiento de las famosas divisas digitales. Sólo el 7% de los españoles sabe cómo funciona este “dinero” virtual cuya implantación aún tiene mucho camino por recorrer. El desconocimiento y la falta de confianza que generan la estabilidad y seguridad de las criptomonedas suelen ser los principales factores de su rechazo ante los futuros usuarios.

El informe de Kaspersky, “Territorio inexplorado: por qué los consumidores siguen siendo reticentes a adoptar criptomoneda”, muestra que el 16% de los encuestados no usa las monedas digitales en este momento, pero le gustaría hacerlo. Sin embargo, de los que creían saber qué implicaba su uso, muchos descartaron esta opción de pago y transacciones por cautela y el 25% ni lo intentó debido a la complejidad que implica comprender su sistema de cifrado.

Depositar nuestro dinero en una inversión de la que no estamos seguros es un acto casi de fe, así como una de las principales causas del recelo a usar las diversas criptomonedas que ya circulan en el mercado. Sus beneficios quedan ensombrecidos por las dudas que suscitan. El estudio refleja que más del 58% de los encuestados considera que las criptomonedas son demasiado volátiles y deben alcanzar una mayor estabilidad antes de estar preparados para usarlas. Y uno de cada tres creo que sólo son una moda pasajera.

Cuatro de cada cinco españoles, el 86%, no han comprado criptomonedas aún por estos motivos. Para aquellos que todavía tengas preguntas sobre su operatividad, aquí va una pequeña explicación. Las divisas virtuales o dinero digital existen únicamente en la web a través de un sistema de cifrado digital, controlado mediante una base de datos descentralizada. Este consiste, básicamente, en una cadena de bloques o “blockchain” en el que los usuarios son los nodos y el registro de las transacciones cifradas son los bloques. Este “dinero” con el que podemos hacer todo tipo de transacciones se almacena en cartera digitales en la nube. La principal diferencia con otros métodos de pago online es la eliminación de los intermediarios: los bancos. Ahora los usuarios tienen el control.

No obstante, las malas experiencias han hecho mella sobre la clientela de este servicio. Casi uno de cada cinco encuestados señala haber experimentado ataques de “hacking” en el intercambio de criptomonedas. Los delincuentes también crean carteras electrónicas falsas para atraer a los consumidores a invertir su dinero de manera imprudente y el 13% de los encuestados reconoce haber sufrido algún intento de fraude. Desde la compañía de ciberseguridad Kapersky los consejos son claros: prestar atención a la seguridad de las contraseñas de su cuenta y guardar los activos en entornos seguros, usando diversas carteras, o distribuyéndolos entre software y hardware.