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Las cuentas con las que Bankia salió a bolsa eran incorrectas

El Banco de España concluye que Rato y su equipo afloraron con retraso deterioros contables pese a tener la información

José Ignacio Goirigolzarriy su antecesor en Rodrigo Rato
José Ignacio Goirigolzarriy su antecesor en Rodrigo Ratolarazon

Rodrigo Rato y su equipo directivo adulteraron las cuentas de 2010 de Bankia incluidas en el folleto de emisión de su salida a bolsa en julio de 2011 al realizar una valoración incorrecta de los activos a pesar de tener a su alcance la información necesaria para hacerla bien

Rodrigo Rato y su equipo directivo adulteraron las cuentas de 2010 de Bankia incluidas en el folleto de emisión de su salida a bolsa en julio de 2011 al realizar una valoración incorrecta de los activos a pesar de tener a su alcance la información necesaria para hacerla bien. Así lo pone de manifiesto el informe pericial remitido por dos peritos del Banco de España al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, que investiga la fusión y salida a bolsa de Bankia. El documento también apunta a que la reformulación de los estados contables que hizo la entidad de las cuentas anuales de 2011 en mayo de 2012, ya con Ignacio Goirigolzarri en la presidencia de Bankia, tampoco era correcta. En este caso, sin embargo, lo atribuye a que no se hicieron los saneamientos suficientes.

Según el informe de los expertos del regulador, tras la integración en 2010 de las cajas en el Sistema Integral del Protección (SIP) que dio lugar a BFA, la matriz de Bankia, la nueva entidad contabilizó saneamientos por el deterioro de activos –fundamentalmente inmobiliarios– por valor de 9.207 millones, con una disminución de reservas por 6.419 millones neta de efecto fiscal. Sin embargo, en diciembre de 2011 se realizaron saneamientos adicionales por otros 3.931 millones con una disminución adicional de reservas de otros 2.751 millones por activos que correspondían en exclusiva a BFA. No obstante, los expertos del supervisor bancario aseguran que «no puede alegarse desconocimiento de este deterioro a 31 de diciembre de 2010, porque BFA tenía la información necesaria, o estaba a su alcance conseguirla, para establecer la correcta valoración de los activos». Por este motivo, el informe considera que «los estados financieros individuales y consolidados de BFA a 31 de diciembre de 2010 no expresaban la imagen fiel de la entidad».

Si hay que buscar una explicación en el retraso en el reconocimiento del deterioro de los activos inmobiliarios, los peritos apuntan a «discrepancias» en el equipo directivo que dirigía entonces Rato y contra el que los dos expertos cargan con dureza. «Los administradores y directivos del grupo tenían capacidad y experiencia para interpretar los datos y extraer conclusiones del deterioro de los activos inmobiliarios. Si alguien podía conocer el deterioro de los activos eran los empleados de Bankia, que llevaban décadas gestionando préstamos a promotores e hipotecas de particulares», sentencia.

La gravedad de las anomalías de las cuentas de Bankia de 2010 radica no sólo en el hecho en sí de que estuvieran mal formuladas sino en que fueron las que se tomaron como referencia para la salida a bolsa de la entidad en 2011. La OPS presenta, a ojos de los expertos, puntos oscuros. De entrada, «se realizó en base a las ofertas de 29 grupos económicos», algunos con relaciones con BFA. Además, se registraron «compras inexplicables» y ventas inmediatas tras la salida a bolsa «que ponen en duda el interés real de algunos inversores» y el precio fijado, 3,75 euros por acción, con un descuento del 74%, volvió inviable a BFA «al causar una gran pérdida del valor de su participación en Bankia, en perjuicio de sus accionistas y acreedores, principalmente los tenedores de obligaciones subordinadas y preferentistas, así como al FROB».

Meses después de la OPS, en mayo de 2012, Goirigolzarri reformuló las cuentas de BFA y Bankia, pero su trabajo tampoco logró reflejar fielmente la situación de ambas entidades. En ambos casos, había «ajustes de importancia material no contabilizados», según los peritos. «Derivados de los contratos realizados con accionistas minoritarios de Bancaja Inversiones S.A existían a 31 de diciembre de 2011 pérdidas no registradas por importe aproximado de 900 millones y se incluían indebidamente 1.151 millones en el neto patrimonial como intereses minoritarios», exponen los expertos. «El ajuste de los activos fiscales de BFA, 2.744 millones, se considera incorrecto, porque a fecha de la reformulación era evidente la recuperabilidad de al menos 1.428 millones de euros».

Los principales errores detectados

- Cuentas maquilladas. Los expertos concluyen que las cuentas de 2010 y 2011 de Bankia «no expresaban la imagen fiel» de la entidad por no reflejar a tiempo el deterioro de activos.

- Salida a bolsa. Bankia debutó en el parqué en junio 2011. Las cuentas incluidas en el folleto de venta eran las de 2010. Además, los peritos detectan compras y ventas sospechosas en el proceso.

- Errores de auditoría. A pesar de este cúmulo de irregularidades, el auditor de la entidad, Deloitte, fue incapaz de detectar una decena de errores contables que alteraban claramente los resultados de la entidad.