Los concursos de acreedores cayeron un 29% el pasado año

En 2014 se presentaron 7.038 procedimientos, frente a los 9.937 del año 2013.

La buena marcha de la economía española tiene otro punto de referencia. El número de familias y empresas que se declararon en concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) se redujo en un 29,2% durante el pasado año, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En 2014, se acogieron a este procedimiento que permite la reestructuración ordenada de la deuda para poder continuar la actividad un total de 6.392 empresas y 646 familias. En los tres últimos meses del pasado año, el número de deudores concursados fue de 1.677, lo que supone una disminución del 28,8% respecto al mismo periodo del año anterior.

Los datos de 2014 suponen el primer descenso de los últimos ejercicios. El número de empresas y familias que presentaron suspensión de pagos alcanzó su máximo en el año 2013, con 9.937 procedimientos. En 2007, cuando empezaron a salir a la luz los primeros síntomas de la crisis financiera, en España se presentaron 1.147 concursos de acreedores. A medida de que la crisis económica avanzaba, los datos se fueron multiplicando. En 2008, el número subió hasta cerca de 3.300 concursos y en 2009, probablemente el peor ejercicio económico de España en el pasado reciente, se duplicó, hasta 6.197.

Este descenso anual en el número de deudores concursados se registra después de que en 2013 se anotaran un aumento del 6,5%, un alza inferior a la registrada en 2012 y 2011, años en los que los concursos aumentaron un 32% y un 15%, lejos del crecimiento de tres dígitos registrados en 2009. En 2010, por el contrario, los deudores concursados descendieron en torno a un 7%. En 2014, las familias en concurso bajaron un 18,6%, hasta un total de 646, mientras que las empresas que pusieron en marcha este procedimiento cayeron un 30,1%, hasta 6.392.

La Ley Concursal entró en vigor el 1 de septiembre de 2004 y sustituyó a la antigua estadística de suspensiones de pago y declaraciones de quiebra, términos que eran considerados muy negativos para la imagen de las compañías, que pretendían con estos procedimientos poder continuar su actividad al mismo tiempo que se reestructuraba su situación financiera.

De las 6.392 empresas que entraron en concurso en 2014, 5.032 eran sociedades de responsabilidad limitada (78,7%), con un descenso interanual del 29,1%, mientras que 994 eran sociedades anónimas, un 37,8% menos que al cierre de 2013. Las personas físicas con actividad empresarial redujeron los procesos concursales un 15,4% en tasa interanual, hasta totalizar 203.

Voluntarios

Durante el pasado año, los concursos voluntarios bajaron un 30,3% en relación con 2013, hasta sumar 6.581, en tanto que los concursos necesarios retrocedieron un 7,9%, con un total de 457 procesos. Por clase de procedimiento, los concursos ordinarios descendieron un 46,6% en tasa interanual y los abreviados, un 23,7%, hasta 1.261 y 5.777 procesos respectivamente.

El 23,3% de las empresas que entraron en concurso en 2014 tenían como actividad principal la construcción (1.493 concursos), mientras que el 19,8% se dedicaba al comercio (1.270 empresas concursadas) y el 15,7% a la industria y energía (1.004). Así, casi seis de cada diez empresas declaradas en concurso durante el pasado año trimestre pertenecían a estos sectores. Asimismo, la estadística refleja que el 65,6% de las empresas concursadas tiene menos de 10 asalariados, y dentro de ellas, el 22,6% no tiene trabajadores a su cargo. El 24,2% de las empresas concursadas tiene una antigüedad de 20 o más años, en tanto que el 12% se fundaron cuatro años atrás o menos.

Según el INE, el 22,6% de las empresas concursadas de menos de cuatro años de antigüedad se dedicaban al comercio, mientras que el 56,8% de las que tenían 20 o más años de antigüedad operaban en el comercio y en el sector industrial y energético. El 30,8% de las empresas concursadas en 2014 se concentraron en el tramo más bajo de volumen de negocio (hasta 250.000 euros) y eran, desde el punto de vista jurídico fundamentalmente sociedades de responsabilidad limitada.