Los hogares con placas solares no podrán cobrar la energía sobrante

Los pequeños autoconsumidores sí obtendrán “descuentos” por el excedente que vendan.

El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar hoy un nuevo real decreto para facilitar y regular el autoconsumo eléctrico que permitirá a los hogares volcar el excedente de energía que produzcan pero no cobrar por ello. La normativa contempla que, con carácter general, la energía excedentaria estará sometida al mismo tratamiento que la producida por el resto de instalaciones de generación y de acuerdo a ello los particulares podrán negociar con las compañías comercializadoras, en el caso de que las necesiten para asegurarse el suministro eléctrico ante eventualidades, una compensación por el excedente de energía que produzcan y vuelquen a la red.

La energía sobrante de las instalaciones renovables inferiores a 100 kilovatios se valorará de acuerdo al precio horario por acuerdo entre las partes, bien de acuerdo al mercado liberalizado o por el regulado que establece el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor. De acuerdo al saldo que resulte de la energía vertida en la red por los hogares con placas solares las comercializadoras aplicarán descuentos al consumidor en su factura en el caso de que éste haya necesitado tirar de la red cuando su propia generación le resulte insuficiente. En cualquier caso, el saldo mensual con el coste de energía consumida no podrá suponer un ingreso neto para el consumidor. Es decir, nunca se llegará a cobrar por el exceso de energía.

Con esta fórmula se pretende eliminar la posibilidad de que los hogares lleguen a convertirse en productores de electricidad con ventaja sobre otros generadores. Así, los autoconsumidores particulares deberán ajustar al máximo la generación de acuerdo a sus necesidades, puesto que un exceso de producción podría llevarlos a regalar electricidad.

En cualquier caso, el real decreto simplificará los trámites administrativos necesarios para las instalaciones de menor tamaño y se desarrolla el autoconsumo colectivo, donde el distribuidor asignará la energía generada a cada consumidor, de acuerdo a un porcentaje fijo que acuerden los participantes.