Día Internacional de la Mujer

María Dolores Dancausa: «Año tras año habrá muchas más ejecutivas en el Ibex»

María Dolores Dancausa lleva toda la vida dedicada a las finanzas y está considerada como la segunda ejecutiva con más influencia en el panorama económico por la revista Forbes
María Dolores Dancausa lleva toda la vida dedicada a las finanzas y está considerada como la segunda ejecutiva con más influencia en el panorama económico por la revista Forbeslarazon

Durante los últimos años ha sido la referencia de la mujer ejecutiva. Desde su paso por Línea Directa Aseguradora, empresa a la que se incorporó como secretaria general y del consejo de administración el mismo año de su fundación, 1994. Es un ejemplo de superación y está firmemente convencida de que es posible avanzar en materia de igualdad. Ésta es su respuesta a LA RAZÓN. «Sin duda. Claro que se puede y se debe avanzar en la igualdad. Se ha avanzado mucho en las últimas décadas, y se ha de seguir avanzando. Hay múltiples mecanismos que lo pueden favorecer, siendo el principal de ellos la igualdad en la formación de los jóvenes».

Teniendo en cuenta que la representación femenina en las empresas cotizadas no alcanza el 20%, diez puntos menos que la media europea, María Dolores Dancausa puede sentirse una privilegiada. Sólo otras tres mujeres tiene capacidad ejecutiva entre las 35 del Ibex: Ana Botín (Banco Santander), Vanisha Mittal (Arcelor Mittal) y Cristina Ruiz (Indra).

¿Debería haber más mujeres en lo alto de la pirámide en las grandes empresas españolas? «Desde luego y las va a haber año tras año. En el caso de Bankinter, donde tengo la suerte de haber realizado toda mi carrera profesional, el 51% de la plantilla está formado por mujeres. En los puestos de alta dirección el 50% son mujeres. Y en el consejo de administración, el 30% de sus miembros somos mujeres. Es fácil anticipar que en pocos años seguramente que la distribución del total de la plantilla, del equipo de la alta dirección, y del consejo de administración sea 50%, 50% y 50%. Estamos a un paso de ello. Pero claro, el Ibex y la visibilidad que tiene es una cosa. Pero el resto de las empresas, sobre todo las de dimensión media y pequeña, son otra cosa, y hasta llegar a una distribución razonable pasará bastante más tiempo, aunque en el propósito final no se deberían distinguir».

El origen del problema parece claro para todo el mundo, viendo especialmente que las diferencias se van achicando a medida que pasan los años. La clave está en la educación. Así responde Dancausa: «Por supuesto. Dando igualdad de oportunidades a la formación y a la preparación de los jóvenes, la igualdad en los estadios siguientes es una cuestión de pocas generaciones. Y sensu contrario, si esta igualdad de oportunidades en el campo educativo no se da, el resto de esfuerzos por conseguir la plena igualdad serán baldíos».

Igualdad y leyes

En estas últimas semanas la necesidad de una mayor igualdad ha llegado a los grupos políticos, al Congreso, en definitiva. Ha sido el tema de conversación en los pasillos de la Cámara Baja, seguramente por la cercanía del Día de la Mujer. El tiempo tendrá la última palabra como siempre. Pero, ¿se puede decretar la igualdad mediante leyes? «Se puede, por supuesto. Pero lo importante es que aquello que se legisle sea eficaz y consiga los resultados perseguidos con los menores traumas posibles. La historia nos ha dado múltiples ejemplos de decretar propósitos loables con resultados no siempre deseados. Y, posiblemente, haya sido por querer legislar estérilmente el resultado final y no los medios o las causas que, una vez corregidas, darán el resultado buscado».