Delito fiscal
Mario Conde: «Si es la Guardia Civil es que viene con los deberes hechos»
El ex banquero aparentó no sorprenderse de la presencia de la Benemérita en su casa
►Más de catorce horas de registros en la vivienda familiar en Madrid ►El banquero y su hijo fueron trasladados al calabozo pasada la medianoche y declararán ante el juez Pedraz ►La Fiscalía les acusa de crear una «organización criminal» para lavar dinero durante más de 15 años
–«Don Mario, es la Guardia Civil».
–«Si está aquí la Guardia Civil, es que viene con los deberes hechos», contestó el ex banquero en su domicilio de la calle Triana de Madrid, flanqueando la entrada a los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) que iban a detenerle y realizar un exhaustivo registro de su domicilio.
Conde, según han informado a LA RAZÓN fuentes de la investigación, ha colaborado en todo momento con los agentes y ha facilitado todos los datos y documentos que le han sido requeridos. La impresión, o al menos ésa era la que trataba de transmitir el que fuera presidente de Banesto, es que, como se suele decir, sabía que un día llamarían temprano a su puerta y no sería el lechero. Otra cosa es lo que realmente sintiera en su interior. Se trata de una persona, abogado del Estado, con muchas «tablas», al que es muy difícil sorprender en una situación por inesperada que sea.
Los agentes de la UCO que accedieron al domicilio de Conde formaban parte de un operativo que ha realizado una larga investigación, cuya finalidad era localizar el dinero (de momento, se habla de 13 millones de euros) que desapareció de las cuentas de Banesto por un sistema tan sencillo como delictivo de la apropiación indebida.
Durante los 17 meses que estuvo en la cárcel, hasta agosto de 1999, por el «caso Argentia Trust», se detectaron las primeras irregularidades, que consistían en la «repatriación», por vías ilegales, de pequeñas cantidades de dinero para hacer frente a los gastos más inmediatos. Es a partir de ese momento cuando dicha «repatriación» crece de forma progresiva.
La colaboración demostrada por Conde, de quien, en definitiva dependen los otros nueve detenidos, iba a permitir, o al menos eso es lo que esperan los investigadores, que las ocho entradas y registros en los domicilios y sedes de los implicados se realicen sin problemas y con la duración necesaria.
Los agentes tratan de determinar si las sociedades de las que se valió para traer el dinero a España fueron creadas por el propio Conde o por algunos de sus testaferros o si forman parte de alguna red delictiva internacional que se dedica a este tipo de actividades. En este caso, en el asunto podrían estar implicadas otras personas. Uno de los sistemas era tan sencillo como la reclamación a una de esas empresas «pantalla» de facturas por parte de entidades controladas por el círculo de Conde, en especial Hogar y Cosmética Española, dedicada a la comercialización de productos de belleza y limpieza del hogar, con domicilio en la calle Verano número 2, en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz, que preside Mario Conde y en la que también participan sus hijos y su yerno. La empresa extranjera pagaba «religiosamente» lo que se le exigía y el dinero quedaba blanqueado. La gran pregunta es cómo se le hacía llegar el dinero y dónde estaba depositado hasta ese momento.
Los investigadores preferían, a media tarde de ayer, no facilitar la relación completa de los domicilios y entidades que han sido objeto de registro, ya que algunos se hallaban en su fase inicial.
Se sabe que los agentes de la UCO han registrado el pazo que Conde tiene en Orense, los domicilios de sus familiares y testaferros así como varias empresas en distintos lugares.
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