Ganadería
Marruecos pierde el 38% de su cabaña ovina y vacuna por la sequía
Rabat se ve obligado a las importaciones con suspensión de los derechos de aduana
El ganado vacuno y ovino de Marruecos ha disminuido un 38% desde el último censo realizado hace nueve años, según el ministro de Agricultura, Ahmed El Bouari. La causa: seis años consecutivos de sequía que han vaciado presas, provocado pérdidas masivas de empleos agrícolas y obligado al país a acelerar sus proyectos de desalinización de agua de mar. El déficit de precipitaciones alcanzó este año el 53% respecto a la media de los últimos treinta años, precisó el ministro.
Con pastos cada vez más escasos, la producción de carne se ha desplomado, lo que ha obligado a Marruecos a aumentar sus importaciones de ganado y carne roja. Para estabilizar los precios, la ley de finanzas de 2025 prevé la suspensión de los derechos de aduana y del IVA sobre el ganado vacuno, ovino, camello y carne roja. Desde principios de año, el país ha importado 124.000 ovejas, 21.000 vacas y 704 toneladas de carne roja, indicó Ahmed El Bouari.
En las principales regiones agrícolas de Doukkala y Souss-Massa, las presas de riego muestran tasas de llenado del 2% y del 15% respectivamente. A nivel nacional, las reservas de agua han caído al 26% de su capacidad y el suministro de agua potable tiene prioridad sobre el riego agrícola.
Las superficies cultivadas con trigo blando, trigo duro y cebada alcanzaron los 2,6 millones de hectáreas, un ligero aumento en comparación con los 2,4 millones de hectáreas del año pasado. Sin embargo, la producción final dependerá de la evolución de las precipitaciones de aquí a finales de marzo, subrayó el ministro. En 2024, la sequía provocó que la cosecha de cereales cayera a 3,1 millones de toneladas, un 43% menos que en 2023.