Montoro estudia rebajar las retenciones a los autónomos

El pasado abril se convirtió en el mejor mes para la afiliación de autónomos desde el inicio de la crisis. Por segundo mes consecutivo aumentó el número de altas, concretamente en 11.915 nuevos autónomos, lo que supone unos 400 nuevos profesionales cada día. Los datos del paro registrado facilitados por el Ministerio de Empleo son mejores que los obtenidos en el mismo mes de 2012, cuando las altas crecieron en 6.474 y también mejores que los 2011, mes en el que coincidió la Semana Santa y en el que el número de emprendedores aumentó en 8.719 autónomos.

En consonancia con el mejor comportamiento del sector profesional en términos de empleo, el Gobierno está dispuesto a facilitar el emprendimiento con una batería de medidas que estimulen el crecimiento en el ritmo de altas y alivien la situación económica de los autónomos.

En este sentido, Hacienda valora rebajar dos puntos las retenciones a los autónomos profesionales, hasta el 19%. Las retenciones no se realizan sobre los ingresos netos de los autónomos sino sobre los brutos, lo que unido a que la presión fiscal está en el 21% dificulta la salida a este colectivo. El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, reclamó ayer «menos trabas, menos impuestos, menos cotizaciones y morosidad y más crédito» para que haya «más autónomos, más actividad económica y, por tanto, menos desempleo». Esta petición fue trasladada ayer por el propio Amor a Montoro durante la reunión que mantivieron para analizar nuevas vías que hagan sostenible la actividad de estos profesionales. La retención profesional a un autónomo que ingresa 1.500 euros brutos ronda en la actualidad los 300 euros, de los que hay que descontar otros 250 euros de cotización a la Seguridad Social.

Otra de las medidas que demanda ATA, sobre la que existe un compromiso claro por parte del Ejecutivo, es acabar con la morosidad en las administraciones públicas, a la que es muy sensible este colectivo.

En enero del próximo año entrará en funcionamiento el nuevo sistema de IVA, por el cual los autónomos no tendrán que hacer frente al llamado «IVA de caja» y no tendrán que realizar sus pagos por este concepto ante Hacienda hasta haber cobrado la factura en cuestión. En este sentido, Montoro recalcó el compromiso del Gobierno para aplicar «tolerancia cero» con la morosidad de las administraciones con sus proveedores. En el último trimestre de este ejercicio, en el que se pondrá en marcha la facturación electrónica, el Ejecutivo confía en que todos los pagos de las comunidades autónomas y las entidades locales se realicen en un plazo máximo de 30 días para acabar con la morosidad. Quienes no logren cobrar en ese margen podrán acudir a Hacienda para hacer efectivo un pago que será posteriormente descontado a las administraciones morosas por el propio Ministerio. Se da la circunstancia de que las comunidades autónomas con plazos de morosidad más altos, como Andalucía, Comunidad Valenciana y Cataluña, que retrasan los pagos hasta 150 días, son las que más tasa de desempleo acumulan.

El Plan de Pago a Proveedores, en sus dos primeras fases, ha logrado aliviar esta situación con una inyección de cerca de 30.000 millones de euros que dejará a corriente de pago el próximo mes de junio todas las facturas anteriores al 1 de enero de 2012.

Sin embargo, las estimaciones apuntan a que sólo en el pasado ejercicio se acumulan impagos por cerca de 15.000 millones de euros –unos 12.000 en morosidad a proveedores privados y el resto en las deudas que las comunidades autónomas mantienen con las entidades locales–. Habida cuenta de que la intención del Gobierno es «poner el contador a cero» y que las distintas administraciones salden sus deudas, se estima que el tercer plan dispondrá de una cuantía cercana a estos 15.000 millones.

Los autónomos pretenden que este último plan tenga en cuenta las deudas que se acumulan con los autónomos (4.000 millones) y que los grandes contratistas afronten a su vez las deudas que mantienen con las empresas y profesionales que subcontratan.

Las grandes empresas (de más de 1.000 trabajadores) pagan de media a los 133 días a los autónomos, mientras que el plazo medio de pago entre autónomos es de 67 días, según datos de ATA.