Empresas
Mujeres al poder
El programa «Promociona» ultima los preparativos de su tercera edición para continuar incrementando la presencia femenina en la alta dirección. El 15% y el 11% de las participantes de las dos primeras generaciones ya han ascendido.
«No puede ser que sigamos viendo fotos de grandes reuniones de empresarios en las que sólo hay una o dos mujeres, o incluso ninguna. Esto tiene que ir cambiando». Así de rotunda se muestra una de las almas de este proyecto, «Promociona», y secretaria general de CEOE, Ana Plaza Arregui. Sus 25 años de experiencia en compañías como Microsoft Ibérica, Telvent, Abengoa o PwC le han servido para comprobar de primera mano cómo el mundo de la alta dirección ha ido abriendo ese espacio que hace tres décadas era netamente masculino por uno algo más plural. Pero pide más. Es insuficiente, y no sólo para ella.
Como ella misma explica, no es necesario llegar a un estricto 50-50, pero sí luchar por una diversidad en los comités de dirección que aporte distintos puntos de vista. Complementarios entre sí e ineludibles en pleno siglo XXI. Romper con tres barreras que han frenado hasta ahora este giro: el corporativismo masculino, la creencia en sí mismas de las propias mujeres y que Administración y empresas apuesten por una disparidad real. Y todo ello tiene un punto de unión en «Promociona», que tiene un objetivo claro: incrementar la presencia femenina entre los altos cargos.
Así, con la misma idea con la que surgió en 2013, el proyecto sumará a partir de septiembre su tercera edición. Dos grupos de 40 alumnas –con titulación superior, una experiencia laboral de 15 años y un mínimo nivel de inglés– se matricularán en un curso de excelencia en el que se les impartirán sesiones de «coaching» ejecutivo y se les diseñará un plan individualizado de seguimiento, además de asesoramiento y fortalecimiento de las redes de contactos profesionales. Incluida la parte académica que corre a cargo de Esade Business School, que dará el máster de Alta Dirección a las candidatas. Habilidades orientadas para una función de liderazgo como estrategias de «networking» personal, saberse vender y posicionarse o estrategias de negociación. Y siempre partiendo de la equidad: «Igualdad de derechos y de oportunidades y diferencia para poner en valor lo que nos hace distintos y complementarios», escribió en la carta de bienvenida del aún en marcha segundo curso, Patricia Cauqui, directora académica del programa de Esade. Total concordancia con Plaza.
Porque si hay algo en común en las partes que lo hacen posible es mirar en la misma dirección y el compromiso de todas las entidades colaboradoras. En primer lugar, la financiación con fondos noruegos, país en el que han desarrollado una idea similar durante 15 años, en el marco del Espacio Económico Europeo, y del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; en segundo, de CEOE y de la escuela, y, finalmente, por las compañías que se prestan a la propia promoción. Éstas, además de la presentación de su candidata y la firma de un ascenso sin fecha fija –«porque no queremos forzar una situación que no sea natural», apostilla la secretaria general–, participan de otra manera muy activa con la mentorización. Una etapa de seis meses en la que se cruzan una alumna y un alto cargo de diferentes empresas y sectores para palpar situaciones reales y en las que el bagaje de los altos cargos contribuya a la formación. Mezclando acompañamiento, tutelaje y dedicación personal, este bloque ha terminado haciendo de la relación mentor-mentorizada uno de los puntos más atractivos del programa para ambas partes, pues ni las apretadas agendas de los consagrados directivos les ha evitado repetir experiencia.
Sólo una muestra más de este buen hacer, como bien podría ser que el 15% de las candidatas de la primera edición ya han sido promocionadas y el 11% de la segunda. Cifras y hechos que llevan a Ana Plaza a «confiar plenamente en que tenga una continuidad de forma totalmente privada, pues este año las empresas hacen frente al 50% de la subvención», partiendo de que este periodo inicial sólo es por tres años.
De momento, el presente es terminar el ciclo final del segundo plan «Promociona» y que el tercero empiece a rodar, después vendrá lo que la secretaria general de CEOE tiene en mente: «crear una cantera de mujeres llenas de ganas, de ilusión y preparadas», porque, como ella misma dice, es un proyecto único y precioso.
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