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Netflix: dos millones de usuarios pero solo 3.146 euros de impuestos en España
La operadora decepciona a los inversores al recortar su beneficio y frenar su crecimiento. En el último trimestre ganó la mitad de suscriptores previstos.
La operadora decepciona a los inversores al recortar su beneficio y frenar su crecimiento. En el último trimestre ganó la mitad de suscriptores previstos.
Netflix ha entrado en una espiral de desconfianza. Tanto inversores como usuarios están decepcionados con los últimos resultados y operaciones que ha anunciado la compañía estadounidense. La firma con sede en Los Gatos (California) está perdiendo fuerza en el mercado y ha registrado un desplome de casi el 9% en su beneficio en lo que va de año. ¿El motivo? El incremento de usuarios de la plataforma quedó muy lejos del esperado. Si las previsiones de Netflix vaticinaban un aluvión de 5 millones de suscripciones nuevas en el segundo trimestre de 2019, lo cierto es que apenas llegaron poco más de la mitad, quedándose en 2,7 millones los nuevos usuarios a nivel mundial, tras una subida generalizada en sus tarifas. Además, los 126.000 clientes que Netflix se dejó por el camino en Estados Unidos entre abril y junio ahondan aún más la crisis a la que se enfrenta el gigante audiovisual por «streaming», la mayor desde que en 2011 más de 800.000 personas abandonaran la plataforma.
Más cantidad que calidad
La compañía achaca sus malos datos de crecimiento al «éxito» obtenido en los tres meses anteriores. Entiende que muchos clientes adelantaron su decisión de suscribirse, pero esa excusa no ha convencido a los inversores y muchos clientes acusan a la plataforma de primar la cantidad por encima de la calidad. Sus acciones se desplomaron un 12% tras anunciar sus resultados trimestrales el pasado 18 de julio. Hace un mes, las acciones de Netflix cotizaban en el Nasdaq (el índice tecnológico de la bolsa de Nueva York) a 367 dólares. El pasado viernes cerraron en 335.
Además, Netflix está también en el punto de mira en cuanto a sus obligaciones tributarias. A pesar de que una de las ficciones producidas fuera de las fronteras estadounidenses más vistas de la plataforma es española («La Casa de Papel»), la división de la compañía en nuestro país apenas aporta ingresos a la plataforma. Al menos a los ojos de Hacienda. Netflix está presente en alrededor de dos millones de hogares españoles, según los últimos datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), pero en su cita con el fisco sólo ha pagado 3.146 euros en impuestos en su primer año fiscal (lleva operando en nuestro país desde 2015, pero nunca antes había tributado).
La plataforma de contenidos audiovisuales en «streaming» creó en agosto de 2018 dos sociedades en España, pero sigue desviando la mayor parte de sus ingresos a la sociedad holandesa Netflix International. Durante sus cinco primeros meses de actividad, los ingresos de las dos filiales españolas llegaron hasta los 538.921 euros, mientras que su beneficio neto fue de 9.439 euros, unas cifras muy por debajo de lo que se podría esperar de uno de los líderes del mercado de la producción y emisión de contenidos en «streaming». Entre enero y junio, Netflix ingresó 8.465 millones de euros a nivel global.
En concreto, la sociedad Los Gatos Entretenimiento España (encargada de la producción y desarrollo de películas y series) pagó 2.682 euros a Hacienda, mientras que Los Gatos Servicios de Transmisión España (enfocada al marketing) sólo dejó en las arcas públicas 464 euros por el Impuesto sobre Sociedades. Esto significa que las cuotas que los suscriptores españoles pagan cada mes van a parar directamente a la matriz holandesa, donde las obligaciones tributarias son mucho más laxas.
El Gobierno tiene en mente contrarrestar los beneficios que obtienen empresas como Netflix con esta maniobra fiscal (completamente legal) a través de un nuevo impuesto a las grandes tecnológicas, conocido como «tasa Google». De esta forma, se gravaría con un 3% la actividad de las grandes compañías digitales en España. Además, se está preparando una adaptación de la Directiva Europea de Medios Audiovisual (AVMSD), aprobada por la UE hace un año, por la que los operadores de televisión en «streaming» deberán destinar parte de sus beneficios a financiar y promover la producción audiovisual europea, al igual que ya hacen los canales de televisión tradicionales. La tasa rondará entre el 0,85% y el 1,35% de los ingresos de las plataformas.
También se está trabajando para que las compañías como Netflix empiecen a pagar la denominada «tasa RTVE», que abonan todos los canales privados en España para financiar la televisión pública. En este caso, los operadores de televisión en «streaming» tendrían que destinar un 1,5% de sus ingresos brutos en nuestro país a financiar a RTVE.
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