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Startups

Oryon Universal, un aliado de las empresas para transitar por el «valle de la muerte»

La firma ayuda a las empresas con alto potencial en "fase semilla" a que puedan alcanzar el siguiente nivel de desarrollo

Víctor Giné es el fundado y CEO de Oryon Universal, cuya una de los principales iniciativas es su fundación Oryon Universal

En el mundo del emprendimiento, el «valle de la Muerte» hace referencia a una etapa crítica en la vida de una startup. Es el periodo que transcurre desde que la empresa inicia su aventura hasta que alcanza el punto de equilibrio financiero («break even») y, por fin, logra cubrir todos sus gastos y costes operativos. Por ello, para garantizar su supervivencia, es fundamental que estas nuevas compañías superen cuanto antes esta etapa tan crucial. Y es que aproximadamente el 90% de las startups no superan la fase semilla (Seed) y se ven abocadas a desaparecer. Precisamente, para ayudar a las compañías que puedan salir airosas de este tránsito, surgió Oryon Universal, una firma de consultoría empresarial, inversión y M&A, que acompaña a las empresas con alto potencial para que puedan alcanzar el siguiente nivel en su desarrollo. Actualmente, cuentan con más de 200 socios inversores en más de una treintena de empresas y 40 millones de euros capitalizados.

Detrás de este proyecto se encuentra su fundador y CEO, Víctor Giné, un profesional que conoce bien las necesidades iniciales de las empresas, ya que él mismo ha sido emprendedor. «No somos inversores al uso, que actúan de forma pasiva, limitándose a aportar el capital. En realidad, somos empresarios que invierten y que quieren aportar valor a las compañías en las que entran. Por eso, nos incorporamos en la etapa semilla, precisamente, la de mayor riesgo. No buscamos unicornios, sino modelos de negocios rentables que multipliquen por tres o cuatro la valoración de la compañía en un periodo de tres años», explica Giné.

Pero aparte del modelo de negocio de las compañías en las que invierten, para Oryon, son fundamentales los valores de las mismas. «Necesitamos compartir con las empresas una serie de valores porque, al final, para nosotros, las personas están siempre en el centro del proyecto», aclara.

Founderz o Yummin son algunas de las empresas en las que han invertido y que, precisamente, comparten con Oryon estos valores de los que habla Giné. Founderz, por ejemplo, es una escuela de negocios accesible, pero de calidad, cofundada por Pau García-Milà y Anna Cejudo. Nació como una alternativa a la educación universitaria tradicional con programas muy innovadores, y que, actualmente, cuenta con más de 5.000 alumnos y tiene presencia en más de 20 países.

Por su parte, Yummin es una solución webapp ecofriendly que permite a los clientes de restaurantes realizar el pago de forma digital sin necesidad de llamar al camarero, sin descargar ninguna app ni imprimir ningún ticket, ya que solo hay que escanear un código QR.

El fundador de Oryon siempre ha llevado en el ADN el emprendimiento. Ya en el colegio montó su primer negocio vendiendo videoconsolas. Con 17 años, montó su propio estudio de grabación y una plataforma, MusicaClick, que llegó a tener 10.000 músicos inscritos, como Beth Rodergas, La Mala Rodríguez, David Bisbal, Los Secretos, Tomasito o Maldita Nerea.

Sabe bien lo que es el éxito, pero también el fracaso (algo que experimentó con Musicaclick). A su juicio, el fracaso debe ser entendido como una parte del éxito y, por tanto, no ser penalizado, sino que debe servir de aprendizaje. «Por desgracia, en España, a los emprendedores que fracasan les es muy complicado rehacerse y volver a embarcarse en un nuevo proyecto», señala.

En Oryon Universal tienen muy presente esto, por lo que uno de los pilares fundamentales es su fundación. Así, aparte de acompañar a las empresas en las que invierten, su propósito es también el de ayudar a emprender a personas inquietas y con valores y, si hay un tropiezo, facilitarles que se vuelvan a levantar. «No queremos ser unos meros inversores sin alma. Como yo mismo he sufrido en mis carnes la experiencia del fracaso, quisimos ayudar a todos aquellos que han pasado por lo mismo. Tenemos varios programas, como el dirigido a mayores de 50 años, de los que aprovechamos su experiencia para que puedan asesorar a las nuevas compañías, o también “mamá emprende”, enfocado a aquellas mujeres que se quieren volver a reincorporar al mundo laboral después de la maternidad. A través del emprendimiento, rescatamos talento. Además, con iniciativas como la Ley de Segunda Oportunidad, contribuimos a que se vuelvan a reincorporar al sistema», añade.

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