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¿Por qué los banqueros no van a prisión?

La Razón
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Los villanos de películas poco o nada se parecen a los criminales de la vida real. Al menos, en cuanto a robos de gran escala. La diferencia es que si a los primeros les atrapan acaban en la cárcel y los segundos salen inmunes y, si tienen suerte, hasta se llevan un bonus. El argumento lo planteaba «The Economist» en un artículo titulado «¿Por qué tan pocos banqueros van a la cárcel?», y es posible que llegue la segunda entrega, ya que la noticia de Miguel Blesa conmocionó ayer a la City. En el Reino Unido no se llevan este tipo de prácticas. Desde 2008, se han nacionalizado total o parcialmente The Royal Bank of Scotland (RBS), Lloyds y Northern Rock. El Gobierno ha buscado sin éxito fórmulas para limitar los pagos de bonus a los directivos de esas entidades. El caso más polémico fue el de Fred Goodwin que, como consejero delegado de RBS, recibió una indemnización y pagos por pensiones futuras valorados en más de 20 millones de euros. Hay dos razones que explican por qué es tan difícil encarcelar a un banquero. La primera, es que para los jueces resulta muy complicado vincular la crisis de un banco con decisiones concretas de gestión. Por otro lado, tomar riesgos es algo que va unido a la gestión de una empresa. El Gobierno británico estudia aprobar sanciones criminales en caso de gestión insensata, y también una ley que prohíba a los directivos de banca gestionar otras empresas si no prueban que el fracaso de su gestión no fue culpa suya. Pero todo en su justa medida. «The Economist» advierte que la imposición de normas más estrictas trae consigo «inconvenientes». «Países como los Emiratos Árabes, que penalizan e incluso amenazan a los deudores con prisión, no son conocidos precisamente por sus vibrantes culturas emprendedoras». Desalentar la toma de riesgos en conjunto, puede ser contraproducente, por lo que casos como el de Blesa no van a verse muchos.