Economía
El porcentaje de catalanes sin ahorros se triplica en un año: el 16,5% declara no tenerlos
Además, más de la mitad de la población destina más del 40% de su salario a gastos fijos, lo que refleja la creciente dificultad para afrontar el día a día, según una encuesta de Nickel
Los ahorros y el coste de vida siguen siendo dos de las principales preocupaciones de los catalanes, especialmente en el contexto actual de creciente inflación e incertidumbre económica. Según la IV edición del Estudio "Percepción y hábitos de los españoles respecto al sector bancario", llevado a cabo por Nickel, la cuenta que se abre en estancos y loterías, el 56% de los catalanes destina al menos el 40% de su salario a gastos fijos.
En este sentido, el 30% de los encuestados afirma destinar más de la mitad de su sueldo solo a gastos fijos, mientras que otro 26% necesita, al menos, el 40% de lo que gana. Estos datos contrastan con el escaso 18,7% que logra mantener estos gastos dentro del 20% de su salario.
Con este escenario, ahorrar se ha vuelto un desafío: un 16,5% de los catalanes admite no tener ningún ahorro, más del triple que en 2024 (5,6%). Este aumento refleja, en palabras de Mónica Correia, CEO de Nickel España, "cómo el aumento del coste de vida sigue limitando la capacidad de ahorro de los hogares y evidencia la importancia de contar con soluciones accesibles que permitan a las personas gestionar mejor su dinero".
Cómo afrontan los catalanes al aumento del coste de vida
El estudio también muestra cómo los catalanes planean afrontar el incremento del coste de vida en 2025. La mejor estrategia, para el 57% de los encuestados, es reducir el gasto en productos no esenciales, como ropa, tecnología y ocio. Un 30,4% optará por reutilizar productos o comprar de segunda mano, mientras que un 24,3% buscará formas de generar ingresos adicionales, ya sea consiguiendo un segundo empleo o invirtiendo en criptomonedas.
Además, un 16,5% considera pedir un préstamo o utilizar tarjetas de crédito para cubrir sus gastos, lo que refleja hasta qué punto la situación económica está obligando a algunos hogares a recurrir a otro tipo de financiación. En este sentido, los jóvenes catalanes entre 18 y 30 años son menos vulnerables que la media nacional: el 15,4% está dispuesto a endeudarse, frente al 22,5% de la media nacional, y un 23,1% a invertir, 7 puntos porcentuales menos.
Sólo el 40,9% cree que la situación mejorará
A pesar de los esfuerzos por ajustar gastos y encontrar nuevas fuentes de ingresos, entre los catalanes parece predominar un sentimiento de resignación. Un 48,7% cree que su situación económica seguirá igual que en 2024. Solo un 40,9% confía en que mejorará, mientras que un 10,4% teme que empeore.
Sin embargo, los jóvenes menores de 30 años son los más optimistas: un 61,5% espera que su situación económica mejore durante este año, mientras que tan solo un 7,7% considera que su situación irá a peor.
Los jóvenes catalanes, los más afectados por el coste de la vida
El aumento del coste de vida no afecta a todos por igual, y las diferencias generacionales son cada vez más evidentes. Los jóvenes menores de 30 años son los más afectados en términos de bienestar emocional: un 61,5% reconoce que la preocupación por su situación financiera está afectando a su salud mental, una cifra que es casi 30 puntos porcentuales superior a la media de jóvenes en España.
Además, la dificultad para acceder a la vivienda es otra gran barrera para los más jóvenes. Un 46,2% de los encuestados en este rango de edad señala que su principal preocupación económica es no poder comprar o alquilar una casa, 10 puntos por encima de la media de jóvenes españoles.
En contraste, y aunque los mayores de 65 años catalanes también enfrentan incertidumbre económica, su situación es muy diferente a los jóvenes y a la media nacional de su franja de edad. Un 63,6% afirma que ha planificado bien sus ahorros y puede hacer frente a imprevistos, una cifra significativamente superior a la de los más jóvenes, donde solo el 7,7% se siente económicamente seguro. Además, también supera el 44% de la media nacional de mayores de 65 años que afirma haber planificado bien sus ahorros.