Apagón
Qué servicios críticos están en riesgo y por qué importa: luz, agua, internet...
El reciente apagón masivo en la península ibérica ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de nuestras infraestructuras ante la interrupción del suministro eléctrico
El 28 de abril de 2025, un apagón eléctrico masivo afectó a gran parte de España y Portugal, dejando sin suministro a millones de personas. Este evento evidenció la dependencia de nuestras sociedades modernas de la energía eléctrica y cómo su ausencia puede paralizar múltiples sectores.
Seguridad pública comprometida
La seguridad ciudadana fue una de las primeras áreas afectadas. La falta de alumbrado público y la inoperatividad de sistemas de videovigilancia aumentaron el riesgo de accidentes y actos delictivos. Además, los sistemas de alarma en viviendas y negocios quedaron inutilizados si no contaban con baterías de respaldo.
Atención sanitaria en riesgo
Los hospitales y centros de salud, aunque equipados con generadores de emergencia, enfrentaron desafíos significativos. La capacidad limitada de estos equipos y su dependencia de combustible constante pusieron en peligro la atención a pacientes críticos, el funcionamiento de equipos de soporte vital y la conservación de medicamentos y bancos de sangre.
Suministro de agua y alimentos comprometido
El suministro de agua potable se vio afectado debido a la paralización de plantas de tratamiento y estaciones de bombeo. En hogares y comercios, la falta de electricidad provocó la pérdida de alimentos perecederos por la inoperatividad de frigoríficos y congeladores.
Transporte y comunicaciones paralizados
El transporte público, incluyendo trenes y metros, quedó detenido, generando caos en la movilidad urbana. Los semáforos dejaron de funcionar, aumentando el riesgo de accidentes. Las comunicaciones también se vieron interrumpidas, afectando tanto a redes móviles como a servicios de emergencia.
Recomendaciones ante futuros apagones
Ante la posibilidad de futuros cortes de luz, es esencial:
- Mantener la calma y evitar decisiones precipitadas.
- Desconectar aparatos eléctricos para prevenir daños al restablecerse el suministro.
- No utilizar velas ni generadores eléctricos sin las debidas precauciones.
- Evitar salir en coche debido a posibles atascos y semáforos inoperativos.
- Conservar cerradas las neveras y congeladores para mantener los alimentos.
- Tener a mano un kit de emergencia con linternas, pilas, radio a baterías, agua potable, mantas, un botiquín y alimentos no perecederos.
Este apagón ha servido como recordatorio de la importancia de invertir en infraestructuras resilientes y de contar con planes de contingencia para garantizar la continuidad de los servicios esenciales en situaciones de emergencia.