Medidas económicas

Recuperación: De la sima a la cima

Estaba desahuciado. La condena al rescate era casi firme. Pero España consiguió darle la vuelta a la situación gracias a determinadas reformas y al esfuerzo de sus ciudadanos

La canciller Merkel, uno de los grandes apoyos de Rajoy durante la crisis
La canciller Merkel, uno de los grandes apoyos de Rajoy durante la crisislarazon

Apenas había pasado un año de ese duro verano que fue el de 2012, cuando nuestro sistema financiero había sido rescatado y toda la economía estuvo a punto de ser intervenida. Los días 24 y 25 de julio nunca se les olvidarán a los ministros del primer gabinete de Rajoy. El presidente del Gobierno se resistía con uñas y dientes porque creía que los efectos negativos que produciría dejarían huella en varias generaciones de españoles. Los relatos de aquellos días cuentan historias de presiones y recomendaciones que el político gallego escuchaba impasiblemente, pero sin mover un ápice su voluntad. El G-20 se reunía en San Petersburgo en noviembre de 2013. Nada que ver con el que tuvo lugar en junio de 2012 cuando nuestro país estaba en el ojo del huracán y era considerado un peligro para el futuro económico mundial. En la antigua Leningrado, Barack Obama y Mariano Rajoy tuvieron un breve encuentro. Mientras el norteamericano simulaba con una mano el despegue de un avión, le decía, según la versión oficial, que «veía cómo las reformas empezaban a dar resultado».

A partir de entonces, las alabanzas a sus medidas y reformas se sucedían sin solución de continuidad. Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo; Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea; Cristine Lagarde, presidenta del FMI, y, por su puesto, Angela Merkel. La canciller, que ha subrayado frecuentemente la capacidad de resistencia de su homólogo español, llegó a decir en su presencia: «Mariano, en Alemania diríamos que tienes la piel de elefante». Además, ha hecho hincapié varias veces en «la senda positiva que había tomado España».

¿Qué ha pasado desde ese fatídico 2012 hasta hoy para este giro de 180 grados? Los expertos –salvo excepciones– y los propios responsables económicos aseguran que son varias las razones que lo explican. Se citan como fundamentales las reformas del mercado laboral y del sistema financiero, la Ley de Estabilidad Financiera, la creación del Fondo de Proveedores y del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), la reinvención y la internacionalización de la empresa y el fortalecimiento del turismo. Y la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). Y la bajada del precio del petróleo. Pero, por encima de todas, la actitud de los ciudadanos, que enfrentaron esos difíciles momentos con una actitud envidiable y un espíritu animoso decisivos.

Factores externos e internos

¿A qué se debe esa evolución? ¿Cuál ha sido la terapia que la ha saneado y revitalizado? Se explica por la interacción de factores externos e internos. Entre los primeros, según Emilio González, profesor de Economía de Comillas ICADE, cabe destacar la fuerte caída del precio del petróleo; la recuperación internacional que ha supuesto un impulso exportador; el fuerte incremento de turistas y, «quizá, lo más importante, la política de bajos tipos de interés del Banco Central Europeo, así como las operaciones de compra de deuda pública española».

Gonzalo Bernardos, profesor de la Universidad de Barcelona, añade otro: «La depreciación del euro respecto al dólar en 2015 y 2016». El economista y escritor Daniel Lacalle da un paso más: «Ha sido fruto de un excepcional comportamiento del sector exterior, una admirable actuación de empresas y familias que han reducido su deuda y mejorado su competitividad, y unas reformas estructurales ambiciosas». En el ámbito interno, González subraya «la progresiva recuperación de la inversión empresarial, así como la continuidad del impulso exportador que se inició en plena crisis. También es muy importante la fuerte creación de empleo y la bajada del IRPF porque están estimulando el consumo».

Las reformas llevadas a cabo por el Gobierno de Rajoy han sido puestas en valor por primeros ministros e, incluso, algunos países se han fijado en ellas para diseñar las suyas. Gonzalo Bernardos, en cambio, es crítico: «Si tuviera que destacar alguna, diría las medidas adoptadas por Montoro para controlar el gasto de ayuntamientos y autonomías. También ha sido acertado la creación del fondo de liquidez autonómica y el de proveedores». El profesor de ICADE cree, por el contrario, que las dos medidas más eficientes son la reestructuración del sistema financiero y la reforma laboral. Lacalle destaca esta última, pues permitió «revertir la sangría del empleo y crear trabajo de manera intensa», y el saneamiento financiera, «esencial para recuperar la confianza en nuestro sistema bancario».

UNIÓN BANCARIA

Las reformas del sistema financiero de Luis de Guindos no concitan unanimidad. «Por un lado, todos los ciudadanos hemos regalado cajas y bancos a determinadas entidades. Por otro, hemos procedido a nacionalizar algunas y sólo recuperaremos una pequeña parte del dinero invertido. Finalmente, ha quebrado un banco (el Popular)», indica Gonzalo Bernardos. En el otro extremo, Lacalle, quien la califica con «un 10». «Supone una mejora exponencial en transparencia, solvencia y reducción de desequilibrios. Hemos evitado nuevos rescates y el coste del que se hizo fue de los más baratos del mundo». «Es un sistema financiero –precisa– menos atomizado, más y mejor capitalizado y con una dimensión adecuada a las necesidades de la economía española. Además, se beneficia de la creación de la Unión Bancaria Europea».

Y la reforma laboral, ¿ha sido tan decisiva? «Muchísimo, ya que ha tenido un fuerte impacto en las ganancias de competitividad logradas en los últimos años», contesta Almudena Semur, coordinadora del Servicio de Estudios del Instituto de Estudios Económicos. «Ha ayudado de manera decidida a dotar a la empresa de los mecanismos necesarios para responder a los retos de la crisis económica y prepararse para el relanzamiento de su actividad», relata Sandalio Gómez, del IESE. Sin ella, «España tendría hoy casi un millón de parados más, y probablemente se habría extendido la destrucción de empleo hasta 2016, dada la debilidad de las empresas, sobre todo de las pymes», precisa Daniel Lacalle». «Tenemos una legislación laboral más moderna y más ajustada a las exigencias actuales. Una derogación total de la reforma volviendo al marco legislativo anterior sería realmente nefasto para nuestro mercado de trabajo y, por tanto, para nuestro país», sostiene Carlos Martínez, presidente de IMEFE Business School.

De las medidas que incluye, ¿cuáles han resultado más eficientes? Su contribución más importante «ha sido la flexibilidad interna» en el cambio de las condiciones de trabajo, «en las posibilidades de descuelgue de los convenios de ámbito superior y en el fin de la vigencia de las cláusulas normativas de los convenios colectivos –es decir, de la ultraactividad– después de un año de negociación, lo que facilita la adaptación de las empresas a la realidad actual», mantiene Sandalio Gómez. Uno de los aspectos más importantes que ha introducido, según Martínez, «ha sido la posibilidad para las empresas de adaptar sus recursos a la demanda del mercado de manera ágil ante caídas de demanda. Esto acarrea no solamente la posibilidad de un despido más flexible, sino también otras actuaciones elásticas relacionadas con los salarios, los horarios, la movilidad funcional y geográfica, etc.».

Uno de los aspectos más importantes que ha introducido, según Martínez, «ha sido la posibilidad para las empresas de adaptar sus recursos a la demanda del mercado de manera ágil ante caídas de demanda».

«Esto conlleva –agrega– no sólo la posibilidad de un despido más flexible, sino también otras actuaciones elásticas relacionadas con los salarios, los horarios, la movilidad funcional y geográfica, etc.».

Las mayores discrepancias se centran en torno a la incidencia en esa transformación de la política de Mario Draghi. Bernardos cree que «la compra de deuda por parte del BCE ha sido la clave. La zona euro se ha recuperado dos años después del inicio de la “quantitative easing”. Una medida que adoptaron previamente Estados Unidos y el Reino Unido y que fue decisiva para salir rápidamente de la crisis. Fue un gran error de Alemania impedir que se adoptara antes». Para Lacalle no es así. «A principios de 2012, el BCE era el segundo mayor tenedor de bonos españoles después de la Seguridad Social. Trichet compró decenas de miles de millones de bonos españoles y bajó los tipos hasta el 1,5% y España casi quiebra. El BCE ayuda, pero no soluciona nada, como hemos visto con el pobre crecimiento de Italia, que tiene el mismo acceso al Banco Central».

Sí es unánime, en cambio, la opinión de que la transformación de la empresa española y su mirada a los mercados exteriores han sido decisivas. «Los empresarios hemos redoblado esfuerzos en ser más competitivos, buscar nuevos mercados, innovar, impulsar la transformación digital y esforzarnos en mantener las plantillas. En algunos casos no lo pudimos conseguir, entre otras razones porque tuvieron que cerrar cerca de 300.000 empresas como consecuencia de una crisis tremendamente larga e intensa», comenta Joaquín Gay de Montellana, vicepresidente y presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de CEOE. Lacalle pone en valor que «han reducido deuda y se han lanzado a competir por el mundo como las mejores. No han caído en las trampas de intentar escapar de la crisis endeudándose más y haciendo adquisiciones a precio de oro».

La exportación se ha convertido en el motor de la economía. «Lo está siendo porque gracias a ella las empresas empezaron a invertir y a contratar», recuerda González. ¿Cómo lo ha conseguido? «Además de la necesidad de buscar nuevos mercados fuera, podemos citar el elevado grado de adaptación de los empresarios que hemos sabido evolucionar al ritmo de los tiempos y somos conscientes de que hay que ampliar el negocio para vender más y mejor nuestros productos, bienes y servicios. Nos hemos tomado en serio la internacionalización y la globalización», concluye Gay de Montellana.