Rescate a Grecia

El Eurogrupo se cita mañana para vencer la resistencia de Tsipras

Tsipras saliendo hoy de la reunión mantenida en Bruselas
Tsipras saliendo hoy de la reunión mantenida en Bruselaslarazon

Merkel quiere una solución antes del lunes y Grecia tensa la cuerda en IVA, pensiones y gasto militar.

El Eurogrupo volvió a concluir ayer sin acuerdo con Grecia. Tres reuniones extraordinarias en una semana de ministros de Finanzas de la eurozona para tratar la crisis helena no han servido para acercar posturas. Los titulares de Economía volverán a verse este sábado para cerrar los detalles que en estos momentos siguen bloqueados, en materia de pensiones, IVA y gasto militar. Grecia sigue apurando los límites que la podrían llevar a un «default» el martes 30 de junio.

El Ejecutivo heleno ha vuelto a lanzar una contraoferta in extremis a las instituciones. Sin tiempo para estudiarlas antes del Eurogrupo, las evaluarán en estos días para poder volver a la mesa de las negociaciones. El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, señalaba que sigue habiendo diferencias importantes entre las dos partes negociadoras. «Por ahora, la puerta sigue abierta a las autoridades griegas para aceptar las propuestas planteadas por las instituciones», afirmaba.

El ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, salía del Eurogrupo asegurando que seguirán las reuniones hasta que den con un acuerdo. A pesar de los continuos desencuentros y la escasez de avances, sigue habiendo expectativas de cerrar un acuerdo esta semana que permita a Grecia ampliar el rescate actual y cumplir con sus obligaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El tiempo se va agotando, pero parece que la paciencia de los ministros no. El español Luis de Guindos aseguraba que se producirán «las reuniones que sean necesarias antes de llegar a la ruptura». «En eso no hay problema», añadía. Atenas ha marcado la agenda del resto de los 18 ministros de la eurozona, que han pasado casi la semana al completo en Bruselas para solventar su crisis. Marcaba también la reunión bilateral del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y la canciller alemana, Angela Merkel. Según Reuters, la canciller quiere una solución antes del lunes, después de constatar que en las reuniones «hay sensación de haber retrocedido».

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, no ha conseguido convencer a los acreedores por el momento, con quienes llevan reuniéndose día y noche en Bruselas sin resultado. Con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; el del Banco Central Europeo, Mario Draghi; y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, quien mostró las mayores reservas.

El enésimo estancamiento en las negociaciones no quebró el optimismo de Tsipras y Varufakis sobre alcanzar un acuerdo en los próximos días. No obstante, el Gobierno heleno insiste en que ese pacto debe partir del documento acordado presentado por Atenas el lunes, y no de las nuevas exigencias del FMI. Es un texto «adaptado sobre las bases del documento de las instituciones», consideró el titular de Finanzas griego sobre la contrapropuesta presentada ayer.

«Tácticas dilatorias»

Aunque «ha habido discusiones sobre los dos documentos», los ministros de la eurozona rechazaron ambos textos y criticaron «también el de las instituciones», indicó Varufakis. Desde Atenas, la nota apocalíptica la puso el ministro de Trabajo heleno, Panos Skourletis, al señalar que «todas las opciones están abiertas» sobre el desenlace de las conversaciones con los acreedores europeos, cuya estrategia calificó de «tácticas dilatorias» sin ninguna «ética política».

Tras el último embate del FMI, la prensa local griega e incluso los partidos de la oposición se han alineado para salvar el futuro europeo de Grecia. El líder del partido conservador Nueva Democracia, el ex primer ministro Antonis Samarás, afirmó que «independientemente de los errores gravísimos de este Gobierno, nuestros socios europeos deben apoyar a los griegos, con solidaridad, porque los griegos han pagado un precio muy alto».

Tanto Samarás como el líder del liberal To Potami, Stavros Theodorakis, han viajado esta semana a la capital belga para conocer de cerca las negociaciones. Una maniobra de las instituciones para garantizar la aprobación del acuerdo en el Parlamento heleno. La votación puede celebrarse el domingo, si se cierra un pacto en el Eurogrupo de mañana.

Ese apretado calendario, sin embargo, impedirá la reunión del comité central de Syriza –según su estatuto interno debe aprobar el acuerdo antes de presentarlo en Parlamento– prevista para hoy. El encuentro se perfilaba como una dura batalla para Tsipras ante el aluvión de críticas entre las filas de su formación.

La mayoría de esas reacciones por parte de algunos diputados izquierdistas se limitan ahora a la condición de incluir el alivio de la deuda para dar su voto a favor. Más exigente se muestra el socio menor de Gobierno, los ultranacionalistas de Anel, que rechazan el aumento del tipo hiperreducido del IVA en las islas y han amagado con romper la coalición.

Ante esas dificultades en el seno del Gobierno, el liberal Theodorakis consideró ayer que, con el objetivo de sortear la posibilidad de celebrar unas elecciones anticipadas, puede formarse un nuevo Ejecutivo a partir de la actual Cámara.

Desde Fráncfort, el BCE aprobó la financiación de emergencia que Atenas había solicitado para sus sufridos bancos. Las entidades griegas dependen de la financiación que llega desde los bancos centrales, después de que se hayan producido retiradas masivas de depósitos en los últimos días. La posibilidad de cerrar un acuerdo con la UE hizo que la retirada de efectivo de los bancos disminuyera, aunque la incertidumbre sobre un pacto final puede volver a impulsarla.