Una alianza consolidada en un gimnasio de Johannesburgo

La fotografía que inmortalizará el encuentro de mañana entre Mariano Rajoy y Barack Obama supondrá el broche final a un largo proceso de contactos entre ambos ejecutivos hasta que los engranajes de ambas burocracias convinieron finalmente la fecha del 13 de enero. El primer contacto entre ambos mandatarios siendo Rajoy el inquilino de la Moncloa tuvo lugar en Seúl el 27 de marzo de 2013, donde el presidente español charló durante unos minutos con el mandatario estadounidense instantes antes de la foto de familia de la Cumbre de Seguridad Nuclear. Durante su breve conversación, según informaron posteriormente fuentes del Gobierno, Obama invitó a Rajoy a visitar la Casa Blanca. Otro paso en el camino que finalizará mañana en el Despacho Oval se produjo el 5 de septiembre del año pasado durante la cumbre del G-20 en la ciudad rusa de San Petersburgo, a la que España acudió en calidad de invitada. Rajoy y Obama coincidieron esta vez en el pasillo que daba al salón del Palacio de Constantino, donde se iba a celebrar la primera sesión plenaria de la cumbre. El presidente estadounidense felicitó a Rajoy por las primeras muestras de mejoría que estaba dando la economía española en aquel entonces y aseguró que la invitación de marzo seguía en pie y «había dado instrucciones a su equipo para arreglar esa visita en los próximos meses».

Sin embargo, no fue hasta el encuentro «fortuito» con Obama en Johannesburgo cuando se allanaron los últimos obstáculos para que los dos presidentes cuadraran finalmente agendas.

Rajoy y Obama pudieron volver a hablar brevemente en el gimnasio del hotel que alojaba a ambos mandatarios durante el funeral de Estado por la muerte del fallecido líder surafricano Nelson Mandela el pasado 11 de diciembre. Apenas unos días más tarde, la Presidencia del Gobierno hizo pública la fecha definitiva en la que se realizará una foto por la que Moncloa lleva trabajando prácticamente desde que el Gobierno del Partido Popular llegó al poder.