Economía

Una generación en alerta por sus inversiones

La Razón
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Los «millennials» españoles son los europeos que se muestran más preocupados por entender los productos en los que invierten

Más allá de constituir la generación más numerosa en Facebook, Twitter e Instagram, los «millennials» españoles son los europeos más preocupados por entender los productos en los que invierten. La estabilidad económica en España es su principal inquietud y el 58% afirma que uno de los factores de mayor peso a la hora de invertir son las decisiones del BCE sobre los tipos de interés. Además, pese a pasarse el día enganchados a sus smartphones, están menos dispuestos a usar herramientas on-line para contratar productos de inversión que otros europeos.

El 93% de los «millennials» españoles muestra preocupación por comprender los productos en los que depositan su dinero, una tasa que supera en 20 puntos porcentuales la media europea –según la cuarta edición del informe «Global Investment Survey», realizado por Legg Mason–. No obstante, se trata de un porcentaje muy similar al de los inversores españoles mayores de 40 años (90%), lo que indica que esta inquietud está más relacionada con factores culturales que con la edad. Javier Mallo, responsable de Legg Mason para España y Portugal, explica que la crisis financiera puso en evidencia que la educación financiera en España tenía un largo camino por recorrer, ya que se invertía en productos, como los estructurados o las hipotecas suprime, cuyos riesgos no eran comprendidos al 100%.

La inestabilidad económica en nuestro país es el primer motivo de preocupación para los «millennials» a la hora de invertir, y así lo señala un 30%, el porcentaje más alto entre los países europeos analizados. A continuación se situaría la incertidumbre que acecha sobre la economía mundial. Y aunque al 87% le inquiete que ésta esté al borde de otra crisis financiera, siete de cada diez confían en que los mercados serán capaces de gestionarla.

Por otra parte, a pesar de que el horizonte de inversión sea muy prologado, el nivel de ahorro que necesitarán para asegurarse una jubilación cómoda es una de las principales preocupaciones para el 68% de los «millennials» españoles, por lo que tres cuartos de los que se muestran preocupados ya han empezado a ahorrar. El 45% piensa que acabará trabajando más allá de lo que habían previsto –el porcentaje más alto de Europa–, así como sacrificando su calidad de vida y reduciendo sus gastos diarios.

Perfil conservador

Si bien siete de cada diez se definen a sí mismos como «muy» conservadores o «algo» conservadores, el comportamiento del Ibex 35 es el factor más significativo a la hora de tomar las decisiones de inversión para el 52% de los «millennials» españoles. Sin embargo, consideran a tres de los cuatro BRICs –Brasil, Rusia y China– como los países con más riesgo para invertir. De media, los «millennials» españoles tienen el 22% de su cartera invertida en activos líquidos, un porcentaje idéntico al que tienen asignado a inversiones inmobiliarias. Al mismo tiempo, depositan un 18% de sus inversiones en renta variable y un 15% en productos de renta fija. El 10% de sus inversiones se concentra en activos no tradicionales y un 13%, en otra clase de activos. Respecto a las características de su cartera durante el presente año, Mallo recuerda que un 62% afirmó que se centraría más en «inversiones a largo plazo», aunque no exista entre ellos un consenso claro sobre la definición de «largo plazo». Y es que mientras que para el 45% se trata de una inversión con un horizonte de entre cinco y diez años, para el 33% se sitúa entre dos y cinco.

Comprender cómo los «millennials» se definen a sí mismos como inversores permite entender mejor la lógica de sus decisiones financieras. Así, una de las conclusiones principales que se desprenden del informe es que ciertos mitos muy extendidos sobre esta generación no se corresponden en absoluto con la manera en que ellos se perciben. Al margen de la poca tolerancia que tienen al riesgo, un 66% se considera más conservador que hace un año, lo que justifica una mayor asignación de sus inversiones a activos catalogados tradicionalmente como conservadores, a lo que también ha contribuido la volatilidad que se instauró en los mercados durante el año pasado.

«Para hacernos una idea general del nivel de satisfacción de los “millennials”, podemos recurrir a la diferencia existente entre las rentabilidades que esperan y pretenden obtener de sus inversiones y las realmente logradas». En este sentido, el responsable de Legg Mason para España y Portugal revela que la tasa de rentabilidad que los «millennials» españoles buscan en sus inversiones se sitúa, de media, en un 8,3% y la que afirman haber obtenido durante el pasado año, en un 6,6%. Es decir, «la diferencia entre la rentabilidad buscada y la obtenida es de un 1,7%, muy similar a la media europea e inferior a la brecha que presentan los inversores mayores de 40 años, que es del 2,2%, la más alta entre los europeos.

Cultura financiera

Los resultados del último informe PISA en materia de competencia financiera reflejan que España se sitúa a la cola de los países que ofrecen educación financiera en los colegios. Pese a haber mejorado durante los últimos años como consecuencia de la búsqueda de rentabilidad en un contexto de bajos tipos de interés y extrema volatilidad en los mercados, la cultura financiera de los «millennials» españoles todavía resulta bastante deficitaria. Contar con más canales y fuentes de información relativas a cuestiones financieras no significa necesariamente estar mejor informado, y Mallo considera que esta generación es consciente de ello, «lo cual es ya un primer paso muy importante». Seis de cada diez cuentan con los servicios de un asesor financiero, fuente más fiable de asesoramiento para el 82%.

En cuanto a las nuevas tecnologías, aunque su uso se conciba como algo intrínseco a esta generación, del informe se desprende que, en general, los «millennials» españoles están menos dispuestos a utilizar herramientas online para contratar productos de inversión que los europeos. Y es que a pesar de que el 70% afirme confiar en los «robo-advisors» para recibir ayuda y consejos, tan sólo un 28% está verdaderamente dispuesto a usar servicios de asesoramiento online a la hora de invertir en un producto. Mallo también señala que apenas un 23% muestra disposición a contratar productos de inversión a través de una plataforma de social media (cinco puntos por debajo de la media europea) y que sólo dos de cada diez, mediante un dispositivo móvil (10 puntos por debajo de la media europea, que se sitúa en el 30%). En definitiva, «la tecnología, en el caso de los millennials», no está sustituyendo la labor de un asesor financiero, sino que está ofreciendo un servicio complementario que presenta una combinación de tecnología y asesor personal», apostilla.

Finalmente, el inversor español «millennial» está demostrando tener muchísimo más sentido común del que podía parecer, aunque tenga menos años de experiencia. Mientras que su preocupación por entender los productos de inversión significa que asume que el mercado es complicado, recurre a toda la ayuda que le ofrece la tecnología, pero también a la que le proporciona un inversor profesional. «La tecnología puede ayudarles a entender sus necesidades de manera cuantitativa, pero el asesor financiero aporta un componente humano que sigue siendo necesario a la hora de tomar decisiones financieras de manera responsable», sentencia Mallo.