Universidad

Educar con y en la IA: así está (o debería) la universidad

Los centros no pueden ignorar el potencial de la Inteligencia Artificial, pero tampoco pasar por alto algunos de sus riesgos

Un joven en una biblioteca universitaria viendo un ordenador
Un joven en una biblioteca universitaria viendo un ordenadorFREEPIKLA RAZÓN

Estamos al borde de una revolución educativa impulsada por la IA; ignorarlo iría en nuestro detrimento». George Siemens, escritor, teórico, orador e investigador en el aprendizaje, redes, tecnología, análisis, visualización y la apertura en la educación, se mostraba energéticamente a favor de la incorporación de la IA en el sistema de aprendizaje de las universidades durante la celebración del Global Education Forum en la Universidad Camilo José Cela.

El experto considera que la IA puede ofrecer «aprendizaje personalizado, influencia positiva en el proceso educativo, mejor actividad administrativa a nivel universitario, ayudar a obtener información sobre cómo los estudiantes están aprendiendo y también ser una forma de realizar una evaluación más efectiva».

Una formación con IA que debe, no obstante, arrancar mucho antes. Charles Fadel, fundador y CEO del Center for Curriculum Redesign y experto en IA en la OCDE, asegura que «la educación no va a desaparecer» pero propone una visión innovadora para la formación de los estudiantes. Según Fadel, se debe «desarrollar una amplia gama de capacidades en el estudiante, como una navaja suiza. Y siempre puedes afilar esa navaja para una situación dada más tarde». Así, este experto aboga por una base sólida de conocimientos que incluya tanto la modernización del conocimiento como el desarrollo de habilidades y carácter meta-aprendizaje. «Estamos hablando de creatividad, pensamiento crítico, etc. Estamos hablando de curiosidad y ética. Estamos hablando de metacognición, etc.».

Sin embargo, los expertos en educación consideran que no se deben pasar por alto los desafíos significativos que introduce la IA en este panorama educativo, siendo la ética uno de los principales.

En este sentido Siemens se mostraba preocupado por cómo «aseguramos que la IA ayuda, no perjudica, a las personas» y cómo «preservamos la integridad y la seguridad del estudiante en esta área de creciente automatización y tecnología aumentada».

El cambio universitario

Pero, ¿son las universidades conscientes de este gran cambio? A ojos de George Siemens, no. «La IA impactará prácticamente todo lo que hace una universidad», advertía, comparándolo con el resto de los sectores de actividad económica. Por eso, la IA es, en su opinión, «un desafío a nivel de sistema para el sector, y no creo que las universidades lo vean, y no creo que muchas de ellas estén respondiendo con la urgencia que deberían».

Además, el experto recuerda que «una de las principales cosas que hacemos es generar conocimiento y comunicar conocimiento. Ese es nuestro papel como universidad. Y la IA juega en todos esos territorios». En su valoración, «hay una serie de herramientas que son tecnologías generadoras de conocimiento adyacentes», por lo que «hay mucho que se puede hacer con esta creciente suite de herramientas de IA que intersectan con la creatividad humana y la capacidad de conocimiento humano».

El experto en educación y tecnología abogó por un cambio radical en la educación universitaria, proponiendo la creación de una «universidad basada en la IA». Según él, «necesitamos empezar a pensar de manera muy diferente sobre nuestras habilidades, sobre el desarrollo de gráficos de aprendizaje personal y modelos personales de un estudiante que trascienden un curso, incluso trascienden sus vidas».

No solo enseñanza

Cabe señalar que, según este experto, las universidades deben entender que la IA no es algo que deba limitare solo a la enseñanza y transmisión de conocimientos, sino que debería estar involucrada en todos los aspectos de la organización universitaria, desde la infraestructura hasta las admisiones, la enseñanza, la evaluación, el currículo y el proceso de investigación. «Cualquier implementación de IA es fundamentalmente un desafío de datos», señala, subrayando la importancia de la infraestructura de datos en la implementación de la IA.

Además, el experto enfatiza la necesidad de construir una capacidad institucional con la IA. «¿La organización sabe qué es la IA y cómo funciona y qué hace?», se preguntaba ante el auditorio del simpsium. También destacó la importancia de permitir la experimentación con la IA y proteger la reputación de la universidad a través de una participación efectiva en la IA.

En este sentido, Siemens recordaba ante la audiencia cómo la IA puede mejorar la experiencia personalizada para que cada individuo sea atendido según sus necesidades, no solo cognitivas, sino también metacognitivas, afectivas, sociales, etc. «Es una respuesta muy matizada a las necesidades individuales del estudiante», puntualiza.