El Euroblog

Arranca la carrera por la Cancillería

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A un año de las próximas elecciones federales, los partidos políticos alemanes ya toman posiciones de cara a la próxima cita con las urnas. Desde el Gobierno de centro derecha se quiere evitar a toda costa que nuevos rescates a países de la zona euro puedan enfadar a un electorado ya contrario a pagar durante más tiempo los platos rotos, mientras que la oposición de centro izquierda trata de poner toda la carne en el asador para arrebatar a Angela Merkel la Cancillería. Algo que hoy por hoy no parece muy probable.

El principal partido de la oposición, el Partido Socaldemócrata (SPD), elegió hace una semana al ex ministro de Finanzas Peer Steinbrück como candidato para enfrentarse en las urnas a Merkel. Sin embargo, las cosas no pintan tan favorables para el SPD como hace apenas un año, cuando batían con creces a la coalición demócrata-liberal en los sondeos. La decisión de Hannelore Kraft, primera ministra del "land"más poblado de Alemania, Renania del Norte-Westfalia, de permanecer en la política regional y no dar el salto a la federal ha obligado a los socialdemócratas a mover ficha. Y es que Kraft, según todos los sondeos, estaba en condiciones de vencer a Merkel en un hipotético cara a cara electoral. Los "tres tenores", como popularme se conoce el triunvirato formado por el presidente del partido, Sigmar Gabriel, el jefe del grupo parlamentario, Frank Walter Steinmeier y Steinbrück, aspiraban a la nominación. Al final y ante la impaciencia en las filas del SPD, sin embargo, Gabriel y Steinmeir decidieron hacer mutis por el foro y dejar el camino libre a Steinbrück (65 años), a priori el mejor colocado en las encuestas.

Su popularidad, su centrismo -apoyó las reformas del ex canciller Gerhard Schröder, y su buena gestión de la crisis financiera de 2008-2009, cuando desempeñaba el cargo de ministro de Finanzas en el Gobierno de coalición entre democristianos y socialdemócras, le convierten en un rival potencialmente peligroso para Merkel al poder atraer a las clases medias. De hecho, desde que se anunció su candidatura, se ha reducido a seis puntos la diferenia entre la Unión Cristiano Demócrata (CDU) y el SPD. Según un reciente sondeo del instituto Forsa, si se celebraran ahora elecciones, los democristianos de Merkel serían los más votados con el 35% de los votos, frente al 29% que sumarían los socialdemócratas. Sin embargo, pese a quedar segundo el SPD podría sumar a Los Verdes (12%) para formar un Gobierno roji-verde que contaría con el 41% de votos. En cambio, pese a su clara ventaja, la CDU sólo podría sumar el 4% de sus socios liberales (FDP), que quedarían fuera del próximo Parlamento al no alcanzar la barrera del 5%.

Con todo, la carrera acaba de empezar y ya muchos analistas predicen que tal vez Alemania asiste a la tercera Gran Coalición de su historia. Escenario que permitiría a Merkel ofrecer un perfil mucho más europeísta que él que exhibe hoy, atada de pies y manos de socios de Gobierno que como los social cristianos de Baviera (CSU) hablan abiertamente de la salida de Grecia del euro. Pero seria la peor noticia para el SPD, cuyo programa volvería a diluirse bajo la preponderancia de la CDU.

El propio Steinbrück no las tienes todas consigo. Su perfil centrista no despierta ningún entusiamos ni entre los sindicatos ni en las filas más izquierdistas del SPD, que le acusan de connivencia con la política económica de Merkel. El hecho de que se acaben de destapar los elevados emolumentos que ha cobrado por unas 80 conferencias pagadas por bancos y empresas no ayudan precisamente a acercar a Steinbrück al electorado socialdemócrata tradicional. En declaraciones al diario "Die Welt", el candidato de la oposición alude a "intentos de mis críticos por dañar mi credibilidad personal, pero no funcionará". Y es que la batalla electoral acaba de empezar y no está nada ganado ni perdido hasta la cita con las urnas prevista para septiembre de 2013.

pgarcia@larazon.es