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Sarkozy, un "hiperpresidente hipersusceptible"( Álvaro del Río, París )

La Razón
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Se sabía que el presidente francés era un hombre a flor de piel y un político superlativo. Pero ha demostrado además que ni su humor ni su capacidad a absorber críticas, y más si son zafias, están a prueba de grandes sacudidas. Y no es que carezca de él, sino que su humor, mordaz las más de las veces, es, también, altamente susceptible.

De modo que cuando es su persona la que se convierte en diana, la vena justiciera y pleiteadora, quizá por deformación profesional -es abogado de carrera-, aflora. Así, en lo que va de año se ha querellado, con más o menos fortuna y motivos desigualmente consistentes, hasta en seis ocasiones, un récord, en la historia presidencial de la V República.

Su última denuncia ha prosperado en su contra dejando que su persona se convierta en un objeto de "ritual vudú"-o de acupuntura terapéutica, según se vea- al permitir la Justicia gala la pasada semana la comercialización de un manual, en tono humorístico y de dudoso gusto, sobre las peripecias políticas de Sarkozy al que acompaña un muñeco con su efigie y doce agujas para que el usuario se desquite a gusto, e inofensivamente, se entiende, con el mandatario francés. La Corte ha considerado que no atenta contra su imagen.

Más victorioso resultó de la causa por la que llevó al banquillo a la compañía aérea Ryanair a finales de 2007 a cuenta de una publicidad que estimó lesiva de su imagen y de la de su, entonces, futura mujer, Carla Bruni, obteniendo la pertinente indemnización, o cuando logró las disculpas del semanario "Nouvel Observateur", al que denunció por difundir una falsa información sobre un supuesto SMS, desesperado, que Sarkozy habría enviado a su ex, Cecilia Ciganer, días antes de su boda con Carla, concediéndole una última oportunidad.

Hasta en este aspecto, Sarkozy rompe con el pasado. Lo que su ansia de justicia y rectitud no le impiden pasar por alto, sus predecesores lo hubieran asumido, probablemente, como "gajes del oficio"si bien es cierto que ninguno de ellos suscitó las reacciones epidérmicas y revanchistas que provoca su particular estilo personal, directo, a veces intimidatorio, y que en ocasiones solivianta a la "douce France".

Pero su batalla legal parece estar lejos de terminar. Sarkozy podría en breve volver a la carga y sumar un nuevo pleito. Esta vez contra una suerte de pasatiempos, a la venta a partir del jueves 6 de noviembre, inspirado en la pareja elísea: "El cuaderno de juegos de Nicolas y Carla", reza el eslogan, que invita a "reírse"de la política haciendo sudokus en nombre del presidente, su mujer y hasta de Cecilia. En el Elíseo, seguro, ya se mueren de risa.