Política

Elecciones andaluzas

El PP remonta en sus tracking internos a una semana de las elecciones andaluzas

Rajoy prevé que la inestabilidad andaluza barra a su favor

El candidato del Partido Popular a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, conversa con periodistas de diferentes medios
El candidato del Partido Popular a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, conversa con periodistas de diferentes medioslarazon

Queda una semana para las elecciones andaluzas y los tracking internos que maneja el Partido Popular anticipan una ligera mejoría en intención de voto. En el partido asumen que el resultado no será bueno, pero tampoco tan malo como algunos pronosticaban. El candidato, Juan Manuel Moreno Bonilla, está cogiendo un poco de aire en estos últimos días en los estudios que monitorizan en continuo la tendencia de los resultados, empujado por la «flojera» de la candidatura de la socialista Susana Díaz, sostienen en las filas populares. Uniéndolo todo, la idea que se impone en el ecuador de la campaña es que el Partido Popular aguantará, con la ayuda añadida de un PSOE que aunque gane en estos comicios, «saldrá resentido» de esta contienda electoral.

En el equipo de Génova que está todo el día pendiente de la evolución de las tendencias del voto barajan como posible escenario un tablero postelectoral en el que el PSOE ronde los 45 escaños, parlamentario arriba o abajo, y que ellos se queden en torno a los cuarenta. En la actualidad, conforme a los resultados de las elecciones autonómicas de 2012, el Partido Popular cuenta con 50 diputados en el Parlamento andaluz, el PSOE-A tiene 47 e Izquierda Unida, 12.

En la «cocina» de Génova, los «gurús» electorales asumen que en Andalucía se materializará la fragmentación que vaticinan las encuestas. La gran incógnita, sostienen, será verificar en las urnas a dónde se va el voto que pierden los socialistas, y, sobre todo, cuál será la política de pactos postelectorales. De momento, sus análisis también confirman la irrupción con cierta fuerza de Ciudadanos, otro factor que puede ser determinante en el reparto postelectoral del poder en otras comunidades autónomas y, en consecuencia, en la desestabilización de las opciones de gobierno del Partido Popular.

A día de hoy, y con la prudencia que exige estar pendientes de que hablen las urnas, en el PP trabajan con la previsión de que de estas elecciones andaluzas saldrá, en cualquier caso, un escenario político mucho más inestable que el que había antes. En lo que afecta a la lectura nacional, reconocen que en la medida en que el líder socialista, Pedro Sánchez, se ha puesto de perfil y «ha dejado a Susana Díaz cocerse en su propia salsa, para bien o para mal» los resultados caerán también sobre la espalda de la candidata. Y si el resultado es tan ajustado e inestable como prevén, el desgaste será mucho más pesado para ella que para él. «Pedro Sánchez ha optado por no arriesgar nada personalmente en estas elecciones. Se lo jugará todo a las autonómicas y municipales de mayo. Si cabe su mayor riesgo, en clave interna, es que su rival salga muy bien parada. Pero si las cosas van regular, lo ha preparado todo para justificar de puertas adentro que la responsabilidad es de Susana Díaz», dice el cálculo que hacen en Génova.

En lo que afecta al PP, si Juan Manuel Moreno Bonilla aguanta, esto sumará a Mariano Rajoy. Y si le va mal, también tendrá sus consecuencias en clave nacional. Pero en el momento presente la dirección nacional prevé que su candidato puede sobrevivir sin llegar a darse un batacazo, y confían también en que la imagen de inestabilidad que salga de las urnas el próximo domingo 22 favorecerá los intereses de Rajoy ante los siguientes exámenes electorales. «La imagen de caos nos beneficia y ayudará a dar más sentido entre nuestros votantes al discurso de que el Partido Popular es garante de la estabilidad que necesita España para mantener la recuperación económica»,afirma en Moncloa.

Al margen de estos análisis sobre trackings y sondeos de última hora, en la cúpula popular se deja sentir la preocupación por la factura que puede pagar el partido en las elecciones autonómicas y municipales. A oídos de Génova llega, asimismo, la inquietud que se extiende por comunidades como Valencia, donde son muchos los que dicen que es real la posibilidad de que puedan perder la Generalitat. O por otras «plazas»como la madrileña.

El mensaje nacional llama a la tranquilidad. Todo lo fían a que, finalmente, la mejoría económica, que irá consolidándose según avance el año, amortigüe el desgaste por la gestión y por las sombras de corrupción que, aunque vengan del pasado, siguen afectando a las siglas del partido. Y todo puede depender también, en buena medida, de que sean capaces de llegar a pactos puntuales con el partido de Albert Rivera.