Elecciones andaluzas
Teresa Rodríguez: Roja y verde
Es la más roja de todos los candidatos. Y se ha envuelto en la bandera verde del andalucismo. Con esas dos credenciales aspira a ser la pieza clave para la formación del próximo gobierno en Andalucía. Teresa Rodríguez es una activista desde la adolescencia. O desde antes. En Rota, su patria chica, le hirvió la sangre desde niña con el grito callejero, puño en alto, de “OTAN, no; bases fuera”. Y ahí sigue. Lo suyo es el anticapitalismo. Se hizo pronto comunista y se metió en IU; después se unió a Podemos. Ahora es lo más parecido a un verso suelto de esta heterogénea organización que dirige Pablo Iglesias. No ha roto con ella, ni mucho menos, pero ha puesto interés durante la campaña en defender su autonomía y no mostrarse uncida a semejante carro, que a veces parece una carreta chirriante y desvencijada.
Todo el mundo sabe que sus relaciones con Susana Díaz y, en general, con los socialistas andaluces han sido más que tirantes. Por eso y por la deriva de Podemos, sobre todo en Cataluña, “Adelante Andalucía” no es el mejor socio con el que sueña la actual presidenta en funciones de la Junta de Andalucía. Más bien este pacto se le aparece como una pesadilla. Antes de ceder a sus duras exigencias, preferiría volver a las urnas. Pero es la alianza que desean y esperan Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, como un adelanto del futuro político de España. Y a la fuerza ahorcan. Para muchos observadores dentro y fuera de su partido, significaría la derrota de Susana Díaz,el fin de sus aspiraciones nacionales y la traición a la linea histórica y constitucional del Partido Socialista Obrero Español. Habrá que ver qué pasa. Los inconvenientes son muchos en una y otra parte; pero la izquierda acostumbra a tener pocos escrúpulos cuando se trata de agarrar el poder con las uñas. Y a eso, a tener una buena parcela de poder es a lo que aspira Teresa Rodríguez, la activista roja y verde del Sur.
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