Irene Rivera: «En Andalucía confunden a Rivera con el torero»

La pregunta que más le hacen es si es familia de Albert Rivera, pero no. “Lo que tenemos en común es un proyecto de país, las mismas ilusiones”, destaca Rivera.

La pregunta que más le hacen es si es familia de Albert Rivera, pero no. “Lo que tenemos en común es un proyecto de país, las mismas ilusiones”, destaca Rivera. Dice que en Andalucía llegaron a confundir al líder de Ciudadanos con el torero Fran Rivera, y lo rebautizaron. “La verdad es que torear, torea muy bien nuestro Albert”.

La candidata de Ciudadanos por Málaga decidió seguir a Rivera el día que le escuchó hablando en la radio, cuando defendía su plataforma de ciudadanos. “Me transmitió una serie de valores y sentido común algo que no había visto antes en ningún otro político”, asegura.

Jefa de patrulla de helicópteros de la DGT de profesión, ha tenido que dejarlo por un tiempo por aterrizar en política. “Era incompatible”. Lleva 2.500 horas de vuelo aunque dice que en el escaño de diputada será “una política con pocas horas de vuelo”. Vigila el cielo aéreo andaluz de Rivera o como dice ella “al menos el cielo de Málaga”.

Trabajó en el gabinete del secretario de estado de telecomunicaciones y cree que cuando consiga el escaño, “quizá donde tenga más experiencia es a nivel administración”.

Cree que con Rivera recuperamos “altura política” y es como “volar en un motor a reacción”. Sólo conoce a los líderes de los demás partidos por televisión y le parece que son vieja derecha con caras viejas, vieja izquierda con cara nueva.

Considera que la política tendría que arrojar lastre haciéndose más dinámica, “creo que la vida de la sociedad civil es más ágil que la vida política de lo poco que conozco hasta ahora”.

Recuerda la anécdota del precio que le puso un camarero a su café. “Cuando le pregunté qué le debía me miró fijamente y me dijo: cambiar España. Luego me quedé hablando un rato con él...” El café le costó lo mismo, aunque dice que la deuda por cambiar el país “es para lo que estamos aquí, si no no habría dejado mi pasión, que es volar, que era mi sueño desde niña”. Dice que la película Top Gun tuvo “mucho que ver” en su pasión por los aviones aunque ella ya lo tenía en su cabeza de antes.

Le gusta la aceleración de los aviones en 3G, y reconoce que hay pocas mujeres en el aire, “tiene más mérito ser mecánica en mi equipo sólo había una mujer”. No sabe el por qué del origen naranja de su partido, pero “es el mejor color porque tiene movimiento, ilusión y fuerza”. A Rivera la política no le ha cambiado “pero echo mucho de menos volar y tendré que irme a una escuela para no perder las horas”, porque su último vuelo fue en abril.

Casada con un veterinario, dice que “el escaño de diputada da más vértigo” que volar por los cielos españoles.

¿Le va a preguntar a Rajoy si se atreve a volar en su helicóptero? “No lo había pensado, me parece interesante, podría ser una buena primera conversación”. “Creo que él dijo que no quería más helicóptero”. Le encanta la montaña, esquiar, practica artes marciales y “casi todo de acción. También me gusta tener un día tranquilo en casa”. ¿Y tienen un amor en cada puerto su Ciudadanos? “Lo que tienen es sentido común y es lo que hemos hecho en Andalucia y Madrid, sin pensar en los colores por primera vez en España”. No teme que le corten las alas porque cree “que nació con alitas”. Recuerda que “los amaneceres son siempre naranjas” y que le han cogido para “despegar” el 21 de diciembre. Eso sí, los cafés de campaña se pagan a escote, reconoce.