Badajoz

Dirigentes del PSOE critican las «descalificaciones» de Sánchez

Pedro Sánchez saluda al expresidente del Gobierno Felipe González, durante un acto del PSOE en Badajoz
Pedro Sánchez saluda al expresidente del Gobierno Felipe González, durante un acto del PSOE en Badajozlarazon

El socialista se reafirmó ayer pese a la polémica: «Rajoy es todo menos decente»

No fue fruto de la intensidad dialéctica, sino de una estrategia cuidadosamente trazada desde Ferraz. «Estaba previsto», reconocen. El tono bronco que fuentes socialistas auguraban y que atribuyeron a Mariano Rajoy antes del debate, fue la impronta que Pedro Sánchez impuso desde el minuto uno en el cara a cara, desde que antes de exponer su proyecto de país sacara a relucir el sms de apoyo a Bárcenas. Este inicio resume a la perfección la totalidad de la intervención del candidato socialista: un martilleo de ataques constantes que no permitieron articular un discurso a ninguna de las dos partes.

El clima farragoso que se instaló en el debate desde que Sánchez acusara a Rajoy de no ser un presidente del Gobierno «decente», sirvió de argumento al entorno del líder socialista para presumir de haber «acorralado» y «noqueado» al jefe del Ejecutivo con la corrupción. «Pedro ha desenmascarado a Rajoy, le ha dicho mirándole a los ojos aquello que piensan y sufren la mayoría de los españoles», señalan estas mismas fuentes. Parte de la militancia venía demandando desde hace tiempo un discurso duro por parte del líder socialista, pero las formas adoptadas por éste trivializaron en exceso su discurso, adquiriendo el rol propio de Pablo Iglesias. Ante unas encuestas que reflejan un repunte de Podemos en la recta final, el PSOE optó por salir al ataque para movilizar a aquellos votantes que vuelven a fijar como referente de la izquierda a la formación morada. «No teníamos otra opción», argumentan para defender las descalificaciones de Sánchez.

Pero si el tono crispado enfervorece a las bases, no lo hace tanto a los dirigentes territoriales, que consideran que Sánchez «se pasó de frenada» con sus acusaciones a Rajoy y que perdió la oportunidad de ganar limpiamente el debate cuando ya tenía al jefe del Ejecutivo «contra las cuerdas». «Las descalificaciones personales no las comparto, es un estilo que no me gusta nada», señala un barón. Este sector estima que se dio una imagen nefasta del PSOE y del bipartidismo, porque se cayó en el «y tú más» sin aportar soluciones o alternativas de gobierno. No obstante, Sánchez no hace autocrítica y horas después evitó pedir disculpas y se reafirmó en sus argumentos. «Rajoy es todo menos decente», señaló en una entrevista en RNE. Eso sí, el líder socialista hizo un matiz, un pequeño paso atrás, del balance de «muy satisfecho» tras el debate ha pasado al «razonablemente satisfecho» y recurrió a Felipe González para trasladar la imagen de un Rajoy victimista «que tiene la piel muy sensible» a las críticas.

Dos eran las premisas antes del cara a cara. No cometer errores y evitar dejar «flecos sueltos» que colearan en el postdebate. Pues bien, ambas han quedado superadas sin éxito, pues el error de bulto de bajar al barro ha supuesto una reacción de los partidos criticando el tono bronco y faltón de Sánchez. El candidato socialista tenía que mover –más bien remover– al electorado, utilizando su última bala antes de unas elecciones decisivas. El 20 de diciembre comprobará si ha hecho diana.