Elecciones Generales 2016
Objetivo, conseguir un pacto antes del 19 de julio
Los partidos abrirán mañana mismo las negociaciones para lograr un acuerdo de gobierno antes de la constitución de las Cortes.
Los partidos abrirán mañana mismo las negociaciones para lograr un acuerdo de gobierno antes de la constitución de las Cortes.
El resultado que salga hoy de las urnas no sólo situará la posición de fuerza de cada partido a la hora de negociar los futuros pactos –que algún grupo alcance la mayoría absoluta suena a utopía ilusoria–, sino que también marcará la capacidad de los líderes políticos para formar gobierno tras el rotundo fracaso del 20-D, una segunda oportunidad que no pueden desaprovechar. Lo saben: en el único punto en el que coinciden tanto Rajoy, como Sánchez, Iglesias y Rivera, es decir, los representantes de las principales fuerzas políticas y de los que depende el desbloqueo político, es en poner todos los medios para evitar unas terceras elecciones. Un escenario que alguno ha llegado a calificar de «disparate».
Por eso, la misma noche electoral, y desde el día 27, los políticos se pondrán a «trabajar» para intentar tener un pacto de gobierno antes de que el 19 de julio se constituyan las Cortes. Y no sólo ellos: el más alto representante del Estado, Felipe VI, tiene completamente despejada la agenda el lunes: es el único día de la semana que viene que no tendrá ningún acto oficial. La jornada de reflexión de Don Felipe no es el día anterior, sino el de después. El ambiente que se respiró en Zarzuela después de la última tercera ronda de consultas en abril era, en cierta forma, de alivio de puertas para adentro: Felipe VI, al año y medio de llegar al trono, se enfrentó a la mayor inestabilidad política que ha vivido España en democracia, y fuentes cercanas al Rey, en conversación con este periódico, han transmitido la leve satisfacción de Don Felipe en cuanto a que, «a pesar del bloqueo político, se ha demostrado que las instituciones funcionan». Ahora es diferente, porque al Monarca «le preocupa» el desgaste que están viviendo los españoles. No en vano, si en un inicio estaba previsto que la constitución de las Cortes tuviese lugar el 20 de julio, 24 días después de la celebración de las elecciones, como sucedió tras el 20–D, en esta ocasión será 23 días después, el día 19, por un motivo de peso en el que influyó Don Felipe: al día siguiente, podría convocar una ronda de consultas que durara sólo tres días como en la última ocasión, despejando la última semana de julio para poder celebrar ya un Pleno de investidura y así propiciar que en agosto que el nuevo presidente jure/prometa su cargo ante el Jefe del Estado. El primer consejo de ministros se podría celebrar a principios de septiembre, dentro del pronóstico más optimista. Ahora, la pelota está sobre el tejado de la clase política tras el resultado de las urnas. El ambiente que se respira en Zarzuela es de expectación: «Partido a partido» y «las cosas por su orden», son las frases que más se escuchan. Y con esta máxima de fondo: «El Rey seguirá cumpliendo con la Constitución, con independencia y neutralidad».
De estas elecciones se pueden abrir varios horizontes. Con los resultados de las encuestas en la mano, los políticos ya han hablado, de forma más o menos clara, sobre sus intenciones. Salvo el líder socialista, Pedro Sánchez, ya que es el «objeto de deseo» tanto del PP como de Unidos Podemos, a tenor de los pronósticos de las encuestas que le reservan un papel bisagra. El objetivo del líder del Ejecutivo en funciones será mantenerse en la misma línea del 20-D y plantear una gran coalición al PSOE: «Es una apuesta sensata», ha reiterado este concepto a lo largo de la campaña. Pablo Iglesias tiene previsto llamar a Sánchez la misma noche electoral para «tirarle los tejos», y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha sido el más tajante a la hora de afirmar que propondrá una mesa de negociación PP-PSOE y C’s, pero excluyendo a Unidos Podemos. Es decir, todos tienen buenas intenciones siempre y cuando no se salgan de su propia hoja de ruta.
En caso de que tras la constitución de las Cortes los políticos no tuvieran ningún acuerdo de gobierno sobre la mesa, el Jefe del Estado podría prolongar la fecha de convocatoria de la ronda de consultas para dar más margen a los partidos, e incluso que estos encuentros durasen toda una semana, como en las dos primeras ocasiones tras los comicios de diciembre. Dilatar esta situación perjudica gravemente el funcionamiento del país, tanto desde el punto de vista económico –la confianza de los inversores ha caído al nivel más bajo desde 2013–, como institucional. Empezando por la Corona, ya que los Reyes han tenido que cancelar varios compromisos de vital importancia para España por no poder salir del país –decisión que depende del Gobierno en funciones– salvo en contadas ocasiones, por ceñir su agenda al dictado político. Entre estos compromisos, dos viajes de Estado, a Reino Unido y a Japón, y los que tienen pendientes de cara al nuevo ejercicio. Según informan desde la Casa del Rey, si en septiembre hay formación de gobierno, podrán reanudarse las salidas al exterior en consenso con el nuevo gobierno, en los que se incluyen los viajes de cooperación de la Reina. Precisamente por esta situación, Don Juan Carlos estará hoy en Panamá en lugar del Jefe del Estado representando a España con motivo de la inauguración del Canal. Actualmente hay proyectos valorados en 3.150 millones de euros en los que empresas españolas quieren participar, y allí hubiera estado Don Felipe para apoyar el proyecto si los políticos hubieran sido capaces de pactar. A partir de hoy empieza su segunda oportunidad.
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