Congreso de los Diputados

Batet asegura que las críticas a la Monarquía “contribuyen a su fortaleza”

La presidenta del Congreso defiende que así se evita el “peligro de su apropiación partidista y excluyente”

Apertura solemne de la XIV legislatura
La presidenta del Congreso, Meritxell Batet (c) pronuncia el discurso inaugural de la legislatura junto al rey Felipe VI (2i) y la reina Letizia (d) durante la apertura solemne de la XIV legislatura en el Congreso este lunes. EFE/BallesterosBallesterosEFE

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha abierto la solemne apertura de la XIV Legislatura con un discurso ante los Reyes en el que ha defendido que “la crítica y la discrepancia, expresadas respetuosamente” contra la Corona y la Jefatura del Estado no debilitan la institución, sino que “contribuyen a su fortaleza”, basada en “su condición integradora y de patrimonio común a toda la sociedad y a las fuerzas políticas", evitando así “el peligro de su apropiación partidista y excluyente”. Esta declaración se produce minutos después de que los partidos soberanistas con representación en el Congreso de los Diputados, algunos de ellos socios del Gobierno, emitieran un comunicado en el que negaban la representatividad del Monarca y decidieran ausentarse durante el acto.

Consciente del clima de crispación que lo envuelve todo, Batet ha hecho un llamamiento al reconocimiento del otro y a la búsqueda de consensos. “La democracia no es ni puede ser exclusión. En el Parlamento no existe el enemigo”, ha señalado, poniendo en valor que a cada diputado le corresponde la representación de todos los ciudadanos que le votaron a él y al resto de parlamentarios. En referencia a los falsos debates que han surgido en los últimos tiempos, la presidenta del Congreso ha destacado que “no estamos aquí ni para crear problemas que no existen ni para ocultar los que existen: estamos aquí para dar respuesta a los cambios en nuestro mundo y en nuestro país”, unos cambios “que van desde la emergencia climática a la globalización de la economía y sus crisis; para avanzar en los objetivos constitucionales de igualdad real y efectiva y de erradicación de la pobreza y la precariedad; para superar el reto y la tragedia que significan las 1.040 mujeres asesinadas desde 2003”, entre otros. Batet ha apelado ala conformación de un “proyecto común y compartido, enriquecedor desde el pluralismo que vivifica nuestras sociedades”.