«Más claro, agua»

El Rey afirmó ayer que «España debe ser de todos y para todos», y no «de unos contra otros». Se puede decir más alto, pero no más claro. Sobre todo, teniendo en cuenta la solemne ocasión en la que lo dijo, y el auditorio que le escuchaba: la apertura oficial de la XIV Legislatura en el Palacio del Congreso, y ante el Gobierno, autoridades del Estado, y los diputados y senadores que integran las Cortes Generales electos el 10 de noviembre. El precedente anterior fue la XII Legislatura, tras las elecciones repetidas de 2016, pues ni las Legislaturas XI y XIII llegaron a ser formalmente inauguradas por el monarca.

Habló Felipe VI de los pilares que definen nuestro Estado: «Social y democrático de Derecho», y de los valores que impulsaron e hicieron posible nuestra Constitución como marco de convivencia: «Concordia, reconciliación, consenso, acuerdo y, por supuesto, libertad». Fue un discurso serio, muy pegado a la anómala realidad política que vivimos.

El bloque separatista hizo lo que, por desgracia, nos tiene acostumbrados, pero el despropósito es que Sánchez les debe a ellos seguir en el Gobierno y en la vida política. Al Rey se le entendió todo. Supongo que también lo captaron los que se dedican a promover políticas que enfrentan a «unos contra otros» –como la Memoria Histórica– y pretenden «desjudicializar» la política, ¿para acaso resolver el «conflicto político» al margen del Estado de Derecho? Lo dicho: más claro, agua.