Estado de alarma
El “milagro gallego” contra la pandemia
Galicia ha basado su lucha contra el virus en un plan en fases que se anticipaba a las estadísticas y las curvas con dosis de “sentido común”. Ahora pide pasar a la fase 1 de desconfinamiento
El Apóstol Santiago sigue abrazando a la tierra gallega bajo su manto y ahora también la protege del enemigo invisible: el coronavirus. Hay quien piensa que es cosa de meigas, otros “el milagro gallego” de una tierra que asegura que lo único que ha hecho es “tener un plan”. Tato Vázquez Lima, presidente de la asociación de urgencias y emergencias en Galicia afirma a LA RAZÓN que para él “los milagros no existen” en Sanidad y que todo es debido a dosis de “sentido común", "organización y trabajo”. Con ello se ha logrado doblegar “la curva” , superan el número de curados frente a los contagiados y es una de las provincias por donde menos transita el virus a pesar de ser nexo de unión de los peregrinos que, venidos de todo el mundo, recorren el Camino.
El 5 de mayo, Galicia registró un total de 6.802 personas curadas con un total de 2.808 casos activos. En las últimas 24 horas se habían producido 9 fallecimientos con respecto al día anterior sumando ya un total de 582 y 37 personas permanecían en UCI, aunque han llegado a registrar algunos días el “cero muertos". Además, en los últimos 14 días, registraron 196 Concellos sin ningún caso de transmisión comunitaria.
Desde la Xunta recuerdan que han seguido las indicaciones de los clínicos: “Nos hemos anticipado en las compras, pusimos en práctica el estado de emergencia antes que el de alarma” y los más importante: “los gallegos han sido ejemplares”. No en vano, el presidente, Alberto Núñez Feijóo fue presidente del Insalud, destaca en su carrera como gestor en temas sanitarios y además la oposición le llegó a recriminar que respondiera a la petición de ayuda de la presidenta de la comunidad de Madrid, Díaz Ayuso cediendo respiradores.
Un plan por delante del virus
Galicia llegó en el decalaje 15 días antes que Madrid. Aseguran que les influyó el “factor suerte”, tras ver lo que ocurría en la capital o lo que seguía pasando en Italia. “Lo único que hicimos fue adelantarnos a organizar nuestras estructuras”, aseguran.
El plan gallego pivota en tres ejes: unos servicios de emergencias y urgencias perfectamente organizados. Una segunda que recae en las zonas de hospitalización Covid bien diferenciadasy llevadas fundamentalmente por internistas, neumólogos en colaboración de otras especialidades; y un tercer eje que es el de las unidades de críticos, las UCI junto a anestesistas que “ha tenido un papel determinante”. Antes de que llegara el “pico gordo” a Galicia, esos tres grupos ya habían trabajado en sus documentos para la asistencia de los pacientes, ya habían mantenido reuniones de coordinación.
En el momento en el que comenzó a entrar la curva epidémica en Galicia se constituyó un gabinete de crisis donde un grueso lo formaba el 061, urgenciólogos de toda provincia, un representante de medicina interna, otro de los intensivistas y otro de anestesia: los que han estado en la primera línea contra el virus; con asesoramiento de especialistas en epidemiología bajo un mando único: la Conselleria. Se puso en marcha el llamado “plan de catástrofes sanitarias de origen biológico” que cuenta con cuatro fases con indicadores específicos y se salta de una a otra. Así, lograron una optimización de recursos hospitalarios y cuando se llenaba un número determinado de camas, saltaban de fase, evitando así la saturación y poniendo a funcionar antes de tiempo el hospital de campaña que finalmente no utilizaron.
Testar la inmunidad
Galicia se anticipó a tener un corte serológico para testar a la población. La partida de test que les envió el Gobiernofue descartada por el comité clínico gallego al no ser válidos para el diagnóstico ya que detecta anticuerpos totales, es decir; no distingue entre la fase aguda de infección del que ya lo ha pasado. Por ello, en vez de tirarlos, los aprovecharon para testar la inmunidad de la población ya que su sensibilidad, según la página del Ministerio de Sanidad, es del 65-80%.
Mientras, la Xunta adquirió por su cuenta unos test más precisos para diagnóstico y además se centró en hacer el mayor número de PCR que ya cuantifican en más de 100.000. Esos test serológicos están teniendo “muy pocos positivos”, de hecho, el porcentaje es inferior al 5%. Además, reconocen desde la Conselleria que esas compras no fueron fáciles.
En Galicia preocupa el rebrote porque su población ahora es la menos inmunizada frente al virus y advierten de que la segunda oleada podría ser peor. “Es una batalla larga, no hemos ganado aún esta guerra” contra el virus hasta que se encuentre una vacuna o un tratamiento efectivo con menos efectos secundarios. "Si hacemos un desconfinamiento a lo bruto tendremos rebrotes, sin ninguna duda”, advierte el presidente de la asociación de urgencias y emergencias en Galicia.
¿Y el Gobierno les ha pedido ayuda?
Desde la Consellería gallega de Sanidad destacan que han transmitido toda la experiencia que han puesto en marcha tanto al Gobierno como a las demás comunidades. Sin embargo, sienten que “no se cuenta lo suficiente” con ellos, que no han podido hacer aportaciones a los decretos porque se enteraban cuando ya estaban las decisiones tomadas y hubo “tensiones innecesarias” al decir el Gobierno que se les mandaba test cuando no se disponían aún de ellos.
Freno de los decesos en mayores
Además, han logrado frenar el número de decesos a pesar de que Galicia cuenta con un 22-25% de personas mayores de 65 años. “Aquí nunca se han tomado decisiones de no atender a un paciente por rangos de edad; todos tienen el mismo derecho a la atención”; destaca Tato Vázquez . Al no tener los servicios sanitarios saturados no tuvieron que hacer ningún cribado, “es de lógica”. Además, apunta, se han hecho test en todas las residencias -20.000-.
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