Coronavirus

El caos o el caos

AMBIENTE EN MADRID DURANTE LA FASE 0 DE LA DESESCALADA
Varias personas salen a pasear y a hacer deporte por la Plaza de Colón de Madrid durante la fase 0 de la desescalada dJoaquin Corchero / Europa PressJoaquin Corchero / Europa Press

Que a estas alturas el Gobierno afirme que no hay alternativa a la prórroga del estado de alarma, evidencia la negligente gestión que está llevando a cabo. La prueba es que hay numerosos países que no han aplicado medidas de confinamiento tan drásticas como en España, y tienen cifras mucho más bajas de fallecidos y contagiados. O sea, que sí que existe «plan B»: lo que no existe es voluntad o capacidad de estudiarlo y aplicarlo. En absoluto es de recibo asumir que si los españoles no queremos que el caos se adueñe de nosotros, el único remedio es obedecer sumisa e indefinidamente a lo que el Gobierno nos manda.

Con este chantaje a la oposición, ha quedado disipada cualquier duda respecto a la manifiesta incapacidad del Ejecutivo para liderar una respuesta eficaz ante la extrema gravedad de la situación que vivimos. Con 155 diputados es imposible gobernar en normalidad: son necesarios apoyos de, al menos, 21 diputados añadidos. Si a esto se suma que vivimos en emergencia nacional, esa imposibilidad se agudiza todavía más, si cabe. Que el Sr. Sánchez diga a la oposición que, en caso de no apoyarle, «será responsable de los muertos y del caos», es tan mezquino como el reconocimiento de su incapacidad de gobernar. Lo reiteramos: Si no se apoya la continuación de la alarma, «será el caos»; y si sigue el tándem Sánchez-Iglesias, también. Este nudo gordiano solo lo desata un nuevo Gobierno.