España

Los barones frenan el “no” del PP al estado de alarma

Trasladan a Casado la necesidad de mantener garantías jurídicas para el confinamiento

Dirigentes autonómicos del PP han contactado en los últimos días con su presidente nacional, Pablo Casado, para trasladarle su preocupación por la forma en que se puede poner punto final al estado de alarma. La posición tan contundente que Casado fijó el lunes en una entrevista con Carlos Alsina, en Onda Cero, ha sorprendido a buena parte de su partido, a pesar de que desde Galicia el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, viniera anticipando de manera informal que Génova no iba a apoyar otra prórroga del estado de alarma. Feijóo se enfrenta a unas circuntancias sanitarias y políticas, en este último caso por la presión electoral, diferentes de las que se viven en otros territorios.

Pero desde la mayoría de las baronías se pide prudencia y no se apoya la posibilidad de que hoy, de manera abrupta, decaiga el estado de alarma sin haber consensuado antes un plan B. Casado explica dentro de su partido que debe empezar el proceso de «desescalada jurídica». Posición que nadie le discute. También asegura que se siente engañado por el presidente del Gobierno porque hace semanas que le pidió que buscase una alternativa a mantener de manera indefinida una situación de excepción que afecta a derechos y libertades. Tampoco le discuten al líder popular ni la crítica a la gestión socialista ni esta exigencia de que se busque una alternativa porque la alarma no puede mantenerse de manera indefinida.

Ahora bien, sí le discuten, y así se lo han hecho llegar, que este miércoles, hoy, pueda decaer el estado de alarma porque el Gobierno carezca de los apoyos necesarios para sostenerlo. Desde el ámbito territorial advierten de que de un día para otro las comunidades no tienen una estructura jurídica que pueda sustituir lo que a día de hoy representa el estado de alarma. Uno de los dirigentes autonómicos consultados lo explica de manera muy fácil de entender. «Las competencias nos vuelven a las comunidades autónomas. Ni yo ni los demás tenemos una estructura jurídica ya establecidda para proteger y confinar a la población. Pongo un ejemplo, hay comunidades con policías autonómicas, otras, ni las tenemos, y la Policía y la Guardia Civil no atenderían mis órdenes. Yo no tendría ni Policía para garanticar el orden público si a partir de este domingo dejase de estar en vigor el estado de alarma». Ante el ruido político ya hay comunidades que han empezado a estudiar cómo podrían mantener el control de la movilidad y un confinamiento que entienden, por sus cifras sanitarias, que sigue siendo imprescindible para controlar los contagios, que ya han empezado a repuntar en algunas provincias. Pero consideran que la manera más eficaz de resolver esta situación es avanzando hacia esa «desescalada jurídica», que es «necesaria», pactando un plan B entre todos, «porque aunque pueda haber ese plan B, ahora mismo no lo hay por culpa de Sánchez».

Más allá de las consideraciones políticas, y de la bronca que hoy volverá a escucharse en el Congreso, en el ámbito de la gestión territorial del PP prima la idea de que Génova debe permitir que se mantenga el estado de alarma. Entienden, como mucho, una abstención en la votación, y que se exija la negociación de esa alternativa jurídica, pero con tiempo para no arriesgar en el campo sanitario. Los mensajes de las últimas horas de Génova apuntaban hacia esa abstención, pero ayer tarde se bloqueó el trasvase de información oficial con el mensaje de que la posición la anunciaría hoy Casado, y con el aviso de que «puede pasar de todo».